El líder de UDCE, Mohamed Alí, ha tildado de “falta de voluntad política” la postura de la Ciudad sobre el establecimiento de una naviera municipal, después de las manifestaciones efectuadas por el consejero de Economía y Empleo, Guillermo Martínez, en torno a la inviabilidad de implantar un servicio que cubriría la línea del Estrecho. En este sentido, Alí insiste en que el Ejecutivo local se “ampara” en trámites burocráticos como el informe del Tribunal de Defensa de Defensa de la Competencia, por el cual el establecimiento de una tarifa máxima para la línea del Estrecho supondría una restricción de la libre competencia, máxime en el caso de una naviera de titularidad municipal.
A juicio de Alí, el Ejecutivo autónomo no ha aportado soluciones concretas que logren abaratar el transporte marítimo de personas ni de mercancías, bien empleando la fórmula directa con la implantación de la naviera municipal, bien con el método indirecto, es decir, a través de la contratación del mismo. “Creemos que es importante luchar por catalogar la línea de servicio público y que las dos fórmulas son viables para abaratar los precios y que el proyecto sea beneficioso para los ciudadanos”.
Deficitaria
Alí también ha mostrado su malestar ante las manifestaciones del máximo responsable del área de Economía y Empleo en torno a la posibilidad de que la naviera municipal pudiera ser “deficitaria” dado su alto coste de implantación. “Hay que decirle que se mire un poco el ombligo, porque no hay una sola empresa municipal que genere beneficios y lo único que hemos visto es incrementar el gasto en materia de personal”.
La naviera municipal es, en palabras de Alí, viable y no debe generar “más gastos” a los ceutíes. “Es un error de planteamiento. Esto no pueden sufragarlo los ceutíes, sino que la Ciudad es competente para buscar soluciones en materia de financiación, tanto a nivel nacional como europeo, y poder así competir con el resto de navieras del Estrecho”. Un hecho del que, dice el líder de la oposición, es consciente el Gobierno, pero que “no se atreve a dar el paso”. Quizá, apunta, el Ejecutivo “teme perder las buenas relaciones que tienen con el Estado y con Europa y no quieren molestar en un tema de vital importancia”.
“Desde UDCE entre defender los intereses de los ceutíes y que se molesten en Madrid o Bruselas nos decantamos por lo primero. Tal vez el Gobierno del Partido Popular opina lo contrario”, concluye.