Limpiar los acantilados de la zona del Chorrillo han supuesto varios días de trabajo para retirar más de 4.000 kilos de residuos. El litoral ceutí es un gran vertedero, así se ha demostrado y por eso desde el gobierno se implicaron en que la limpieza del mismo corriera por cuenta de las arcas municipales por vez primera. Seis meses de trabajo y un contrato de más de 183.000 euros para una empresa de limpieza vertical parece que no van a ser suficientes pero “ha sido el primer paso y si bien es cierto que era necesario, debemos ahondar más en la concienciación ciudadana”. Así lo explicaba la titular del área de Medio Ambiente, Yolanda Bel, que se trasladó hasta la zona del Recinto para comprobar la marcha de unos trabajos que en los últimos días se han ocupado de limpiar el tramo que va desde la Cárcel de Mujeres del Sarchal a Fuente Caballos.
Los operarios de limpieza trabajarán además para limpiar la zona que va desde Alfau hasta Santa Catalina y de ahí a La Sirena hasta llegar al Desnarigado. “Es un trabajo duro en el que hay que tener en cuenta tanto la accesibilidad del terreno como el tipo de residuos que debemos retirar”, explica el encargado de la empresa responsable, Tarek Sedatti, que apunta que “pese a lo que se pueda pensar, es uno de los trabajos más seguros que existen debido a las grandes medidas de seguridad que deben cumplirse”.
Un total de nueve trabajadores, todos ellos con formación específica en este tipo de trabajos e incluso con conocimientos sobre fauna y flora autóctona para cuidar la biodiversidad del litoral ceutí, se trasladan cada mañana a los lugares escogidos para continuar la labor . Una labor, que para Yolanda Bel “no sirve de nada si no hay conciencia ciudadana porque dedicamos tiempo y dinero a limpiar para que los incívicos vuelvan a ensuciar al día siguiente y eso no debemos consentirlo”.
Desde la empresa de limpieza saben de lo que se está hablando. Alguna vez les ha caído encima una bolsa de basura “porque no echan aquí escombros únicamente. Hay gente que por no bajar la basura al contenedor a su hora, la lanza desde la ventana de su casa, y suena extraño pero eso sucede”, apuntan. Los trabajos de limpieza, que comenzaron en el mes de octubre, tienen una duración de seis meses y avanzan a buen ritmo. Lo importante es que la ciudadanía contribuya a su mantenimiento. “De los 4.000 kilos de residuos retirados del Chorillo, tan sólo 880 eran residuos naturales de material de desbroce y maderas”.