La Consejería de Sanidad y Consumo y el Colegio Oficial de Veterinarios de Ceuta mantuvieron ayer una reunión con vistas a poner en marcha la próxima campaña de vacunas antirrábicas, que por primera vez habrá de ser sufragada parcialmente por los ciudadanos que posean mascotas. Asumido el recorte presupuestario asignado por la Ciudad a la cobertura pública de la vacuna antirrábica (ha pasado de 130.000 a 20.000 euros en un año), el objetivo proclamado por el propio consejero es que “los ciudadanos tengan que pagar finalmente el menor dinero posible”. Las reuniones a dos partes se mantendrán durante la semana.
Como habían indicado desde el Colegio de Veterinarios, “el grueso del montante económico de una campaña no viene determinado por los suministros necesarios para la misma (sobre un 12%) sino por el servicio que prestan los profesionales que ponen a disposición de la Administración y de la ciudadanía unos establecimientos debidamente equipados, tanto personal como materialmente”, motivo por el cual, a la hora de establecer directrices de la campaña de vacunación contra la rabia, supone determinante la valoración final de los profesionales.
Cabe reseñar que la vacunación antirrábica no es obligatoria en la mayoría de las ciudades españolas. No ocurre así, en cambio, en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, ubicadas en una región donde la rabia registra un considerable número de casos anuales (20 casos de rabia constaron en Marruecos el pasado año). En Melilla, a diferencia de Ceuta, la vacunación antirrábica sigue estando cubierta, al menos para este año, informó mediante una nota de prensa el Colegio de Veterinarios. Asimismo, habían comunicado desde la consejería, la Ciudad tiene previsto tratar con los veterinarios la redacción de un reglamento para animales domésticos, que tendrá como referencia la ley nacional y la ordenanza local.