La instalación de un sistema de iluminación en la fachada del emblemático edificio del Instituto Cervantes en Tetuán “ha dado un paso más hacia la valorización de su historia”, lo que ha significado una agradable sorpresa para todo aquel que pasa frente a él, de acuerdo con lo que publica www.ariffino.net.
Recuerdan que el edificio fue el primero en ser construido en Ensanche durante la primera década del siglo XX y que fue obra del ingeniero arquitecto Carlos Velio Castillo (1883-1954), “quien fusionó los estilos arquitectónicos españoles con influencias marroquíes, creando un diseño ecléctico que todavía maravilla a los visitantes”.
A manera de reseña, se relata que se trata de un edificio que fue construido entre 1912 y 1914 y que “ha desempeñado un papel crucial en la vida cultural y administrativa de la ciudad de Tetuán”.
En un principio se encargaba de albergar la oficina de correos y la promoción de obras públicas, para luego pasar a ser el Centro Cultural Español en 1985 y finalmente convertirse en el Instituto Cervantes en 1992.
Lo que se destaca en la publicación de www.ariffino.net, entre otros detalles, es “su ubicación estratégica junto a la Plaza Primo y la Ciudad Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1997, y el Teatro Español lo convierten en un punto de referencia cultural en la ciudad”.
A lo que se ha sumado un detalle importante como lo es la iluminación de la fachada que, con fines estéticos, se encarga de destacar “los detalles arquitectónicos del edificio, como las fachadas de vistas verticales y las líneas modernistas, logrando un contraste visual que realza su elegancia”.
Un juego de luces que es capaz de “transformar el edificio en un paisaje nocturno, convirtiéndolo en un punto de visita imprescindible en Tetuán” y que se inauguró con la presencia de más de cien participantes.
El acto fue presidido por Francisco Oda Ángel, director del Instituto Cervantes; Juad Mugniu, pachá de Tetuán; además de representantes de las autoridades.
“Los asistentes presenciaron el momento en que la iluminación convirtió la fachada en una escena visual que reafirmaba el compromiso del instituto con la promoción de la cultura y la historia compartida entre España y Marruecos”, destacan.
Más de cien personas, incluidos vecinos, transeúntes y amantes de la cultura, presenciaron el momento en que la iluminación convirtió la fachada del instituto en una escena vibrante.