Caballati se ha hecho un hueco entre la afición del Ceuta. Es difícil no cogerle cariño si quien le da vida es una persona de las que se hace querer. A Juanmi le conozco de hace años y sigue siendo como aquel chico de antes, ahora convertido ya en un padre de familia; el chico sencillo, cercano y cariñoso que siempre estaba ofreciéndose para ayudar a los compañeros y no se cansaba de aprender, formarse y escribir cada vez mejor.
A ideas y creatividad pocas personas le ganan por eso a nadie más que a Juanmi se le podía ocurrir llenar el vacío que tenía el Ceuta, carente de una mascota. Y así nació la caballa Caballati que además de darle suerte al equipo está llenando un hueco necesario en todos los partidos que se disputan en nuestra ciudad.
Pero ahora resulta que Caballati se está haciendo famoso en otros países y ya aparece en cuentas de tuiteros de Alemania y Japón. Para bien o para mal, la mascota del Ceuta termina yendo más allá de nuestra ciudad ocupando un espacio más que merecido. Dicen de él en Japón que “da tanto miedo que se ha hecho popular”, por alusión al cartel en el que aparecía como en la película Tiburón.
“Queremos ver a Caballati”, escriben en Alemania. Y ahí, en cada partido que juega el Ceuta en casa, tenemos a la caballa Caballati saliendo al campo de juego celebrando los goles, acercándose a los aficionados, haciendo carantoñas a los niños y siguiendo las indicaciones de los fans que son capaces hasta de mantearlo.
Y Caballati ni se queja, lo da todo por llenar ese hueco que solo se le podía ocurrir a él, a ese Juanmi creativo, a ese Juanmi innovador, a ese Juanmi que está en todas las ideas que marcan estilo. Conociendo a Armuña, a nuestro ‘Armu’, seguro que estará pletórico y con ganas de volver a salir en el ‘Murube’ en busca de goles, en busca de suerte y consiguiendo de nuevo ser el talismán del equipo y causar reacciones en las cuentas de distintos puntos del mundo. Solo se le podía ocurrir a Juanmi, solo a él se le podía pasar por la cabeza darle un lugar a ‘Caballati’.
Y tan bien lo ha hecho y conseguido que hoy ha terminado por hacerse un hueco con honores. No podía ser menos, con su sello siempre cualquier cosa es buena.