Juan Manuel O’Raw, bombero de la Dublin Fire Brigade, estuvo por segunda vez en las Jornadas de Rescate Vertical organizadas por el Servicio de Extinción de incendios y Salvamento (SEIS) de Ceuta la semana pasada, pero lo curioso de esta historia es que su relación con la ciudad va mucho más allá de su profesión y se afianza en un legado familiar.
Conchita Ortiz, vecina de Ceuta, conoció al irlandés Paul O’Raw en Ecuador. Se enamoraron, se mudaron a Dublín, se casaron en 1989 y en 1990 nació el fruto de ese gran amor: Juan Manuel O’Raw. Desafortunadamente, la madre de Juan Manuel falleció tras su nacimiento, pero su padre no dudó en mantener vivo su recuerdo y permitirle conocer su ciudad: Ceuta.
Aunque Juan Manuel perdió a su madre muy pronto, su padre ha procurado que no pierda el contacto con sus raíces caballas. Vino por primera vez a la ciudad antes de cumplir el año, pero su primer recuerdo fue a los 3 años.
Habla con mucho cariño de su tía Julia, que siempre ha cuidado de él y entre las cosas que más recuerda están los desayunos españoles, asegurando que los de Irlanda son un poco aburridos. “Siempre había tartas, chocolate caliente, era muy diferente”. También rememora los divertidos juegos con sus primos José David y Víctor.
Si bien las visitas a Ceuta no eran anuales, hacían lo posible para que fueran al menos cada dos años, para así mantener intacto ese contacto con la familia, por lo que se considera muy cercano con sus parientes españoles.

Muy cercano a su familia
“Creo que trayéndome a Ceuta era la forma de mi padre de mostrarme cómo era mi madre y cuando era niño sentía que mi tía Julia era como una segunda madre, me hizo sentir muy querido, me dio mucho amor y también aprendí de ella mucho sobre mi madre”, cuenta con una sonrisa en el rostro.
En esta oportunidad tampoco desaprovecharon la oportunidad para verse y su familia asistió a la competición para verlo en acción.
Sobre Ceuta tiene muchas cosas bonitas que decir. “Estoy muy orgulloso de que mi madre viniera de esta ciudad tan pequeña y estaba muy emocionado porque mis compañeros iban a ver lo hermosa que es”.
Para Juan Manuel, lo más bonito de Ceuta son las playas y el sol radiante. Ama la ciudad y asegura que ha aprendido a apreciarla aún más de adulto, maravillándose con su arquitectura, con lugares como las Murallas Reales, entre otros.
Como bombero en Ceuta
Sobre las Jornadas de Rescate Vertical de Ceuta, recuerda que esta era la segunda vez que participaba, pues el año pasado también asistió y la experiencia la pareció genial. “Llegamos el jueves, tomamos el barco desde Algeciras y nos encontramos con un buen clima y tuvimos un gran recibimiento, todos los bomberos de Ceuta estuvieron siempre pendientes de nosotros”.
Conoció a Iván García en otra competición en Sevilla, en la Rescue Great Day, y de ahí surgió una invitación que simplemente no pudo rechazar porque quería mostrarle a sus compañeros lo hermosa que es Ceuta, una ciudad de la que nunca habían escuchado hablar y que no sabían ni dónde estaba.

De lo que más disfrutó de estas actividades en comparación con otras a las que ha asistido, es que las considera más tranquilas. “Otras competiciones se extienden por más tiempo, hay mucha presión, los jueces son muy estrictos, en cambio en las de Ceuta se centran en el aprendizaje, en procurar que los participantes aprendan unos de otros nuevas técnicas, por eso creo que son muy buenas”.
Tras estas experiencias positivas durante dos años consecutivos, Juan Manuel no tiene ninguna dudas de que volverá el próximo año. “Por supuesto que sí, el equipo ya quiere reservar los boletos para el próximo año”.
¿Cuándo supo que quería ser bombero?
Rememorando un poco su pasado, cuenta que se dio cuenta de que quería dedicarse a esta profesión cuando junto con un amigo estaban escalando en el norte de España, específicamente en los Picos de Europa y ahí conocieron a varios bomberos. Eso despertó su interés a lo que se suma que su tío también se dedica a lo mismo. Ahora lleva casi una década en este oficio.
“El trabajo es bueno y es extremadamente valioso, además de la camaradería entre los compañeros y las amistades que se forman y fue algo que pude ver en estos días también, estoy muy agradecido”. Aunque reconoce que lo más difícil de sus labores es enfrentarse a lo inesperado.
Juan Manuel se siente muy orgulloso de poder representar a su brigada en otro país y ser parte del equipo de rescates y tener ahora la oportunidad de regresar a casa con conocimientos que puede compartir con sus demás compañeros para usarlos cuando sea necesario.







Bienvenido Juan Manuel y contento q te guste nuestra ciudad y la enseñes por otros lares,soy compañero de Ceuta ya jubileta,un abrazo