El cementerio de Sidi Embarek ha acogido este jueves el entierro del joven marroquí cuyo cadáver fue encontrado el pasado sábado, festividad de la Virgen del Carmen, en las inmediaciones de la Almadraba, en Ceuta. Aunque oficialmente no se le ha podido identificar, sí que su rostro es coincidente con el de la fotografía que figura en una de las documentaciones que portaba cuando, enfundado en traje de neopreno, cruzó el espigón del Tarajal. Nacido en Mekines (Marruecos), queda por verificar oficialmente sus datos con la llegada de algún familiar directo. En dicha documentación figura su nombre, Zakariae Lamarti, y tiene 23 años.
Este jueves ha sido enterrado justo al lado del menor cuyo cuerpo fue localizado en las inmediaciones del Sarchal. Un adolescente del que nada se sabe a pesar de la difusión de efectos personales que llevaba en su poder. Allí se le ha rezado y enterrado tras su traslado hasta el cementerio por parte de la Funeraria Al Qadr. El joven portaba traje de neopreno y aletas así como varios papeles y documentos. Una de las tarjetas identificativas se asemeja con su rostro, aunque legalmente es necesario una verificación con pruebas de ADN para que quede recogida su identidad.
La Guardia Civil recuperó este cadáver el mismo sábado después de recibirse el aviso de la presencia de un cuerpo flotando en el mar. Fue trasladado a la lonja de pescadores, en donde el Servicio Marítimo tiene su base, para procederse después al levantamiento del cadáver y traslado a la sala de autopsias.
Los cruces a nado constituyen la alternativa que siguen muchos inmigrantes para escapar de su país, sin atender los riesgos generados por una práctica que ha terminado con la vida de muchos de ellos. El cementerio de Sidi Embarek ha acogido ya cuantiosos entierros. Los peores casos son los correspondientes con personas a las que no se les ha podido poner nombre y apellidos, personas cuyas familias desconocen dónde se encuentran, personas que pensaron que bordear el espigón era sencillo pero que murieron en el intento.
De nuevo se asiste a otro repunte de la tragedia. La apertura de fronteras no ha sido la esperada. Los jóvenes solo tienen de alternativa cruzar a nado, aunque en ello muchos se están dejando la vida.
Pobre muchacho ,E.P. D..