En Ceuta, la implementación de la Ley de Bienestar Animal, años después de su creación, ha dejado a muchos cuidadores de colonias felinas, especialmente voluntarios no inscritos oficialmente, fuera del proceso de gestión municipal. La Consejería de Asuntos Sociales ha contratado a una empresa para realizar el proceso de Captura, Esterilización y Retorno (CER) de los gatos, dejando en segundo plano a los verdaderos protagonistas: los cuidadores voluntarios.
Un elevado número de estos cuidadores no está inscrito ni informado sobre sus derechos y responsabilidades, y muchas colonias de gatos están operando "ilegalmente" por desconocimiento. Mientras las asociaciones legalizadas reciben subvenciones y atención del Gobierno de la Ciudad, estas voluntarias, muchas de ellas mujeres desempleadas, dedican sus propios recursos para cuidar y alimentar a los gatos comunitarios. Estas señoras enfrentan peligros y sacrificios personales, visitando lugares inseguros y usando su propio presupuesto mensual para la alimentación y cuidado de los felinos.
Es urgente que Ceuta adopte un enfoque proactivo y colaborativo, llamando a todos los cuidadores para que se registren como gestores autorizados, así como la inscripción de sus colonias en el Registro de Comunidades Gatunas con el número de gatos que en cada comunidad existan y reconozcan legalmente su labor. Solo así lograremos una solución sostenible y justa para todas las partes involucradas.
Además, sería fundamental adjudicar a cada colonia una clínica veterinaria cercana para atender las urgencias de salud que surjan entre los felinos, así como suministrar alimentos suficientes para cada colonia. También es crucial utilizar el programa C.E.R. para relocalizar las colonias que se encuentren en lugares inadecuados, como los extrarradios, montes, jardines de la ciudad y el Parque del Mediterráneo, donde la presencia de los gatos puede ser perjudicial para la biodiversidad urbana.
Si bien esto puede generar polémica, es necesario entender que los gatos, incluso esterilizados y bien alimentados, siguen siendo cazadores innatos. Por tanto, al igual que se cuida a los gatos ferales, también se debe proteger la biodiversidad de la ciudad.
Asociación Plataforma en Defensa del Arbolado Urbano, la Biodiversidad y el Medio ambiente.
DAUBMA.