La prisión de Loma Mendizábal acogió ayer un acto institucional con motivo de la festividad de La Merced, Patrona de Instituciones Penitenciarias, que dio la oportunidad a toda la sociedad ceutí de mostrar su respaldo a una institución clave cuyo objetivo es “la reeducación y la reinserción social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad”.
El primer éxito de la cita fue reunir a representantes de todas las administraciones, instituciones y entidades que pueden cooperar en la consecución de ese desafío hercúleo para llegar donde los recursos penitenciarios en solitario no pueden.
El acto se desarrolló con una asistencia masiva tanto de personas ajenas al ámbito penitenciario como de personal interno, aunque algunos sindicatos volvieron a mostrar a las puertas de la cárcel su malestar con los escasos o nulos avances que en lo tocante a sus reivindicaciones está haciendo el Ministerio del Interior.
Casi cinco años después de su inauguración, la penitenciaría de Ceuta, en la que se ejecutó una inversión superior a 100 millones de euros, sigue operando a menos de medio gas y el Gobierno central está obligado a aclarar si prevé aprovechar alguna vez todas las instalaciones o, si no, intentar darles otro uso que permita evitar que se deterioren sin horizonte.
Actualmente en la cárcel permanecen 312 internos y se cuenta con una plantilla de alrededor de 240 personas que, si se acometiese de una vez su reclasificación, se duplicaría, lo que también permitiría avanzar en mayor seguridad para los trabajadores que además solicitan ser considerados agentes de la autoridad frente a posibles agresiones como las que se han registrado recientemente.
La importancia del éxito de Instituciones Penitenciarias en su misión es tan trascendente que es preciso poner todos los medios y apoyos necesarios para que lo alcance.