“A ver, hemos visto que los hombres tienen el cerebro como si fueran varias cajas, y las abren de una en una. Nosotras, en cambio, tenemos todo conectado y no podemos dejar de pensar en nada. Por eso tenemos ese problema de que, cuando hablamos con nuestra pareja, le cambiamos de tema y se descoloca”. Es la explicación de la psicóloga Gloria Blanch sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres a la hora de pensar en el taller de educación afectivo-sexual dentro del programa ‘Integradas y diversificadas’, auspiciado por el centro UNESCO de Ceuta y el Centro Asesor de la Mujer.
Es el comienzo de la última sesión de este taller dirigido a mujeres, al que han acudido todo tipo de alumnas. “Hay cristianas, musulmanas, hebreas, y también subsaharianas”, comenta Blanch. En concreto, estas últimas son cinco internas del CETI procedentes de Camerún y República Democrática del Congo; la que más lleva en España ha permanecido en Ceuta poco más de dos meses, y aun así son capaces de comunicarse en español, superando las dificultades. “Hemos aprendido mucho sobre la identidad femenina y la masculina, y las diferencias entre cómo piensan los hombres y las mujeres. Por ejemplo, a tomar la iniciativa muchas veces, y a predicar con el ejemplo. Si decimos a los demás que tienen que ayudar, o hacer algo bueno, tenemos que comportarnos de esa manera”, explicaba Daniela, de Camerún.
Blanch comenta que “hay un gran aporte al ser cada una de diferente cultura; hay diferencia entre las musulmanas y las subsaharianas, entre las musulmanas y las cristianas, y entre las cristianas y las subsaharianas muy importantes”. La mayor de ellas, según la psicóloga, se da entre las cinco chicas del CETI y las ‘cristianas’. “Ellas vienen de una cultura matriarcal en la que se valora mucho más el trabajo doméstico. Nosotras vivimos en una sociedad patriarcal, en la que eso se valora mucho menos, se valoran otras cosas”, según opina Gloria Blanch.
El objetivo de este curso y del programa íntegro de talleres es el de crear “una red de voluntariado a nivel local, en cada una de las barriadas, que permita compartir todas estas experiencias”, según apunta Gema Borrego, del centro Unesco de Ceuta. Para ello, en lo que queda de año, este grupo tratará de temas como los Derechos Humanos o la multiculturalidad.