Él es uno de tantos jóvenes de Camerún que huyen de su tierra natal porque la diversidad sexual en el país africano se enfrenta a una serie de desafíos legales y sociales que obligan a quien es gay al exilio y a buscar protección internacional alegando persecución por su homosexualidad. Este camerunés prefiere guardar su identidad en el anonimato aunque, desde Tánger, ha querido dar a conocer su historia a El Faro de Ceuta porque sueña con llegar a Europa. "Salí de mi país por mi orientación sexual; allí está prohibido", expone este joven de 23 años que vive en Marruecos desde hace un año aproximadamente. Su viaje migratorio ha sido "muy difícil", como él mismo reconoce, ya que durante todo su periplo ha carecido de medios suficientes para subsistir y tiene que mendigar para poder comer y pagar el alquiler del lugar donde vive junto a otras personas. Él mismo se declara huérfano, de modo que nunca ha contado con el apoyo de una familia directa para alcanzar sueño de llegar a España, país que asegura que conoce. Este camerunés confiesa que tuvo "muchos problemas en el camino", no solo en Marruecos sino también en Argelia, "donde también fue difícil" la supervivencia. Ya han pasado dos años desde que abandonó Camerún y, este tiempo, intentó entrar en una ocasión en Ceuta escondido en los bosques cercanos al perímetro fronterizo. La ciudad de Tánger se ha convertido en un callejón sin salida para este gay ya que
la homosexualidad también está castigada en el país vecino. "Necesito vivir en un país donde sea libre porque aquí tampoco lo soy. Ayúdenme a ir a España y tener una vida tranquila, por el amor de dios", concluye su mensaje desesperado. Además el tiempo corre en su contra porque calcula que lleva unos dos años sin tomar el tratamiento para el VIH.