El pasado domingo se nos escenificó una reunión para tomar medidas urgentes ante el descontrol del virus en nuestra ciudad. ¿Saben ustedes algo de esas medidas? No. Ayer se batió el récord con 52 positivos, esta semana ha habido dos muertes y el virus en la ciudad ya está descontrolado. Ante esta situación, ¿qué están haciendo los responsables? Perder el tiempo. Están mareando la perdiz, no están siendo valientes, no están ordenando medidas, siguen anunciando la difusión de un decreto, consultando todo cuando el periodo en el que nos encontramos no requiere de consultas, requiere de acciones.
La Ciudad es la responsable en materia sanitaria y debe asestar un golpe encima de la mesa ya, mostrando un ejercicio de responsabilidad y valentía. No se puede esperar, la situación es gravísima y si no ejecutan medidas de inmediato las consecuencias, ya malas, van a ser nefastas. ¿Qué está ocurriendo?, ¿por qué no se responde con la celeridad debida al momento de urgencia? No estamos en tiempo de reuniones, de debates, de modificar decretos, de consultas... estamos en tiempos de una ejecución inmediata, en tiempos de demostrar valentía y contundencia. Y esto, hoy por hoy, se echa de menos. No se puede estar toreando con decretos que tardan en llegar, con otros que se dictan y no se ejecutan porque no hay control. ¿Por qué sigue habiendo botellones, reuniones sin mascarillas?, ¿por qué se no pone prioridad a los controles debidos para que las normas se cumplan? Claro que la responsabilidad ciudadana está dejando mucho que desear, pero la política también porque como sigamos por este camino vamos a tener que adoptar medidas más drásticas como el cierre de comercios, el confinamiento y, derivado de todo ello, la muerte para Ceuta.
¿Se puede permitir otra puñalada a los autónomos que han salido adelante si se tiene que ordenar el cierre de sus empresas?, ¿se puede permitir otro resurgir de la hostelería si terminan cerrando locales porque las medidas paliativas no se han ejecutado ya y estamos mareando la perdiz con consultas sin sentido?, ¿cómo va a salir adelante la empresa privada?
Si el Gobierno, con su presidente a la cabeza, quiere evitar una situación adversa de la que sea difícil salir hay que ejecutar las medidas preventivas de inmediato. Ya llegamos tarde, ya se nos ha descontrolado el virus, pero si tardamos aún más en empezar a poner restricciones lo vamos a terminar lamentando. Aquí urge ya una estrategia, una adopción de decisiones rápidas, urgentes y anticipadas a lo que va a venir. Solo así podemos evitar una auténtica catástrofe. ¿Acaso no la ven quienes deben?
Estamos ante un momento muy delicado como para perder el tiempo con peleas políticas, visitas que carecen de sentido, anuncios paralelos. Aquí, ahora, la única prioridad del Gobierno es actuar para evitar lo peor, actuar para que se salven vidas, actuar para que no cierren establecimientos, actuar para que la crisis no nos devore, actuar para paliar efectos devastadores, actuar para que los datos ya de por sí malos no sean peores, actuar para desandar el camino y no ir avanzando en la caída a un precipicio que Ceuta no puede aguantar.
Ya no hacen falta más cumbres, más encuentros, más anuncios o reuniones. Hace falta decisiones urgentes, medidas que se ejecuten de inmediato. El tiempo es oro, si no se actúa YA lo vamos a lamentar. Quienes se están dejando la piel en los distintos ámbitos sanitarios, quienes no tienen vida desde que llegó el virus no se lo merecen. Ni ellos, ni nadie. Ceuta es particular, no tiene nada que ver con lo que pueda suceder en otro lugar del país. Ceuta arrastra una situación complicada, la arrastraba antes de que llegara el virus para cambiar la vida de todos.
Al lastre que teníamos se sumó un efecto demoledor en lo económico y en los recursos sanitarios. Si conseguimos sacar la cabeza entonces, ahora lo que no se puede hacer es dormirse, ahora es el momento de dar un paso adelante, de planificar-ordenar-ejecutar en tiempo récord, de dejarse de proposiciones, de anuncios, de modificaciones, de encuentros, de debates estériles.
Totalmente de acuerdo. Estoy consultando todos los días para ver si se publica el decreto. Veo a los jóvenes sobre todo con las mascarillas mal puestas, algunos adultos sin ellas, como si la cosa no fuera con ellos. Como ciudadano te dan ganas de llamarles la atención, pero siempre temes que se encaren en lugar de sentirse avergonzados. A los fumadores les da igual el tema de la distancia, y consumen un cigarro tras otro, en la calle y en las terrazas, como si el aire libre nos rodeara a cada uno con una campana de protección invisible que nos libra del contagio. No, señores, no es así. Creo que las medidas se deben tomar ya, puesto que a una parte de la población, la inconsciente, egoísta e insolidaria, solo les duele su bolsillo -solo entienden esas medidas, las de los decretos, y no otras- no el mal que pueden causar a los demás. Hacia dónde queremos ir? Hacia un nuevo confinamiento?