En menos de un mes la Guardia Civil ha intervenido casi media docena de embarcaciones. Todas siguiendo un mismo patrón: son las más adecuadas para sacar la mayor cantidad de droga, para introducir en la Península los fardos de hachís que crecen en las plantaciones de Marruecos usando la ruta del Estrecho como trampolín. Embarrancadas, en el Sarchal, en Benzú o cerca de la Ribera... así han sido localizadas por los componentes del Instituto Armado.
La última en la madrugada del domingo, en plena Potabilizadora, un auténtico 'bicho' de 12 metros y dotado con 3 motores que abandonaron sus ocupantes dándose después a la fuga. La Policía Judicial siguiendo el protocolo establecido ya está investigando el origen de esta semirrígida, deshaciendo el camino para llegar hasta quienes encuentran su negocio en el tráfico del hachís a gran escala.
Intervenida por la Benemérita, se suma a las otras depositadas en la base del Marítimo. Y estas son las que se han interceptado, otras han conseguido escapar en persecuciones que toman como escenario una ruta de presión. La ruta de las narcolanchas no es la que era. La presión ejercida ante el despropósito alcanzado por los narcotraficantes llevó a Interior a ejercer una lucha sin cuartel, reforzando la presencia de guardias civiles y policías. Y esto se nota porque cada vez resulta más complicado realizar los trasvases de droga sin hallar trabas. La presión lleva a que los gomeros busquen su ocultación o embarranquen las lanchas y escapen.
Esta situación ha tenido otro efecto en el aumento de intervenciones en el puerto, ante el mayor número de intentos de sacar la mercancía en dobles fondos de vehículos.
Esta ha sido otra operación con éxito de la Guardia Civil en su lucha para acabar con este tipo de actividades en aguas del Estrecho.
Buen trabajo ahora a x los narco politicos k busken sus narco chales y narco cuentas y del narcodinero k les cojan k les den a las fuerzas de seguridad la mitad y la otra mitad a los jueces x el bien trabajo k asen