Un grupo formado por siete
menores extranjeros no acompañados (MENA), ha partido este lunes por la mañana a la Península, en concreto a Cantabria, en donde serán acogidos en base al
acuerdo alcanzado con las distintas comunidades autónomas. Un acuerdo nacido de la petición cursada por Ceuta tras las entradas masivas de marroquíes que terminaron por colapsar los sistemas de acogida a menores. Una petición para que buena parte de los menores marroquíes y subsaharianos que estaban tutelados por la Ciudad puedan ser atendidos en otras autonomías, hasta un total de 200. A diferencia de otros grupos anteriores, que han partido en la primera embarcación del día, a las 6:30 de la mañana, en esta ocasión los siete menores han partido en barco de las 9:30 de la mañana rumbo a tierras cántabras, en donde pasarán a formar parte de la red de atención del gobierno a los menores. Poco a poco y cada semana han estado saliendo nuevos grupos, dejando espacio en
'La Esperanza' para acoger allí a otros niños que ahora están acogidos en los centros provisionales de Piniers o Santa Amelia.
Esta actuación se enmarca en la ayuda que las distintas comunidades autónomas han prestado a Ceuta para aliviar la carga del centro de La Esperanza. La idea es que conforme quedan plazas pueda favorecerse el traslado de estos menores adaptando los recursos de los que dispone Ceuta para asumir la carga extra que se produjo después de la entrada masiva de menores que tuvo lugar el pasado mayo, que se tradujo en el acceso de 1.200 niños y niñas de
Marruecos hacia nuestra ciudad. El pasado mes de mayo Ceuta se vio desbordada por la entrada de dichos 1.200 niños, lo que llevó a adoptar medidas de urgencia entre las que se incluye esta, contando con la participación voluntaria de comunidades que han fijado el cupo de menores que pueden atender. Durante años el centro de La Esperanza ha trabajado con todos ellos desde que cruzaron la frontera para llegar a España hasta que ahora dan un paso con este traslado a la Península. Atrás dejan un camino difícil. La única posibilidad que tiene Ceuta para intentar afrontar esta situación es contar con ayuda externa para que se lleven a cabo desplazamientos a la Península.