Gritos desesperados. Un chico intenta llegar a Ceuta ayudado de un flotador para no hundirse. Ha ocurrido en el Tarajal esta mañana, evidenciando una escena dura de esa inmigración que se repite a diario y que esta noche ha vuelto a mostrar su peor cara.
Gritando, en un mar que lo atrapa, solo, luchando por llegar… Así se ha captado en este vídeo facilitado a FaroTV la terrible escena de este muchacho que soltaba las energías que tenía con puros lamentos. Por suerte, aunque exhausto, el joven pudo llegar a tierra, donde fue recogido por la Guardia Civil.
Las pavanas volando a su alrededor en un mar que se ha llevado a muchísima gente. No para la cuenta de desaparecidos, de muertes y tragedias. Pero no es freno para que se repitan estas situaciones extremas que rozan ese línea límite que separa la vida de la muerte.
Estos casos, por repetido, no se pierden. Siguen impactando mucho, tanto que cuesta aceptar esa situación extrema que se repite en la frontera sur.
Esta pasada noche cientos de personas se echaron al mar buscando el cruce. Marruecos desplegó a sus unidades para evitar que muchos menores intentaran pasar. Diez han conseguido la entrada, pero pudieron ser muchos más.
Esta mañana seguían intentando el pase a Ceuta y se veían de manera aislada llegadas de quienes todavía a plena luz del día buscaban el pase.
Los flotadores inservibles se convierten en salvavidas inútiles en esa travesía que se ha convertido en la más peligrosa de todas. Se aferran a ellos como si les fueran a servir de algo, cuando en el fondo en ocasiones no suponen más que una mera traición.
Los gritos de este joven causaron pena entre los testigos de este drama, se suman a esos escuchados en las noches de niebla cuando la Guardia Civil marcha a ciegas en el mar.
Así se escribe el drama humano en la frontera sur.