La
obra desarrollada en la Gran Vía que afectó al entorno de Sánchez Prado y Jáudenes ha supuesto una inversión global de 8,5 millones de euros, tal y como ha concretado el consejero de
Fomento, Alejandro Ramírez, en respuesta a una interpelación formulada por el
PSOE de Ceuta en la
sesión plenaria de este miércoles. Esa obra, que ya está finalizada y pagada, ha supuesto en cómputo global un 8% del montante de inversiones contemplado en el grueso de actuaciones previstas en el área de Fomento. La misma ha tenido como objetivo enriquecer el ámbito
turístico y
comercial de todo esta zona siendo una de las actuaciones consideradas de mayor envergadura por el
Ejecutivo local, ya que ha supuesto además la rehabilitación de un punto importante de la ciudad erigida en su eje neurálgico.
Sin tráfico de vehículos previsto
Ramírez ha recalcado que seguirán sin pasar los
vehículos por delante del
Ayuntamiento toda vez que se considera que debe potenciarse el uso peatonal de este lugar y ha descartado además la construcción prevista de un jardín vertical puesto que supondría un desembolso sin sentido. Tal y como ha explicado el consejero, la zona donde iba a ubicarse ese jardín permite construcción de viviendas. De llevarse a cabo cualquier edificación, el dinero invertido de nada serviría.
Restos históricos en valor
Sobre la zona del convento de los trinitarios, existe un proyecto para poner en valor los restos encontrados y convertir el lugar en punto de interés turístico. Se está trabajando en dicha actuación para que este punto sea considerado clave en la ruta de visitas que pueden hacer grupos a la ciudad. El consejero ha valorado el realce que se le ha dado a la plaza de África precisamente para acoger esas visitas y enseñar a los turistas la historia de Ceuta.