La
Guardia Civil de Ceuta ha sido presentada esta semana como una especie de marioneta política, un pollo sin cabeza capaz de
ejecutar detenciones y organizar operativos en cuestión de horas obedeciendo a supuestas tramas de los poderes fácticos.
La
detención de Javier Guerrero ha sido el detonante para hacer estallar toda una campaña virulenta en la que se han mezclado conceptos en torno a una espiral de supuestos chantajes. Una campaña que termina salpicando a la propia actuación del Instituto Armado y a la de los jueces y fiscales.
En la lectura de derechos que se le hizo a Javier Guerrero en el momento de su detención y con conocimiento de su abogado, el médico y líder de Ceuta Avanza pudo saber perfectamente no solo de qué se le acusaba sino también en qué se había basado la Guardia Civil para llegar a este extremo.
Lejos de esa lectura interesada, maquillada y pueril de los hechos que está explotando en redes sociales el partido de Guerrero utilizando para ello su imagen e identificación personal, la Policía Judicial de la Guardia Civil ha seguido otros pasos mejor encaminados.
Durante los más de 7 meses de investigación bajo secreto de sumario, los agentes han realizado no solo grabaciones de audio sino también controles de teléfonos, vídeos, fotografías y seguimientos además de emplear medios técnicos de localización controlando el vehículo particular con el que Guerrero se desplazaba.
Tiempo de investigación. Se han invertido meses en recopilar todo tipo de datos
Se trata de una investigación en la que se ha invertido tiempo, de cuyos pasos ha sido conocedor el
juzgado número 3 y que no se ha sustentado ni en rumores, ni en controles políticos ni tampoco contiene únicamente declaraciones de personas y denuncias, sino que arrastra prácticamente un año de trabajo y seguimientos continuados que además han sido complicados de realizar por la existencia de cuantiosas trabas.
Frente al
trabajo de la Benemérita y de la instrucción judicial, se intenta encuadrar toda esta actuación en una maniobra política, cuando, solo analizando los tiempos, las investigaciones comenzaron antes incluso de que Guerrero se posicionara como alternativa al Gobierno y como dirigente de una nueva formación aspirante a ocupar la alcaldía.
Todo el material correspondiente a meses de indagaciones obra en poder del juzgado y fue su titular quien determinó el momento en que, considerados notorios los avances, era necesario ejecutar la detención.