Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario, ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz que archive la causa en la que investiga dos querellas contra él “por genocidio, detención ilegal y torturas”. Su argumento ha sido que estas acusaciones “responden a motivaciones espurias de carácter político”.
En su escrito al magistrado, la defensa ha expuesto esta petición y además ha destacado que, como ya dictaminó en 2015 este mismo juzgado, “el único genocidio es el cometido contra el pueblo saharaui”.
El abogado que representa a Ghali, Manuel Ollé, ha insistido en que “la intención con estas querellas es atacar ferozmente a su cliente, al ser una figura histórica en la lucha por del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, y un referente de este pueblo por su trabajo durante más de 50 años”.
Hay que recordar que transcurrido más de un mes de su ingreso en un hospital de Logroño por COVID-19, lo que generó una grave crisis diplomática entre España y Marruecos escenificada en Ceuta, Ghali retornó a Argelia tras comparecer el pasado día 1 ante Pedraz, que rechazó imponerle las medidas cautelares que pidieron los querellantes, incluyendo la prisión o la retirada del pasaporte, por considerar que no había riesgo de fuga alguno, además de no creer que existiesen “elementos siquiera indiciarios para creerle responsable de delito alguno”.
Ahora su abogado, al pedir el sobreseimiento de esta causa, ha incidido en la falta de indicios contra Ghali y ha asegurado que “los hechos denunciados son inexistentes”, además se ha referido a la acusación de genocidio como “incongruente”. Respecto a la falta de indicios ha destacado que tanto la “inocua versión de los propios querellantes” como las pruebas practicadas, “a instancias, de la propia acusación particular”, terminan “por fulminar su interesada y espuria versión incriminatoria”.
"Pertenecería al grupo de las víctimas y no de los victimarios"
Por eso han insistido en que “las acusaciones están utilizando el proceso penal para fines espurios y ajenos a la acción de la justicia”. Además, sobre la inconsistencia de atribuirle un delito de genocidio, en el escrito se lee que de acuerdo con la versión de los querellantes, “el propio Ghali tendría la consideración de saharaui pro español; y, por tanto, pertenecería al grupo de las víctimas y no de los victimarios”.
Han recalcado entonces que “el único genocidio cometido es de las autoridades civiles y militares contra el pueblo saharaui, como reconoce el auto de este Juzgado Central de Instrucción número 5, de la Audiencia Nacional, de 9 de abril de 2015”.
El secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, abandonó España la noche del 1 de junio en un avión oficial argelino desde el aeropuerto de Pamplona, poco después de haber salido del Hospital San Pedro de Logroño donde había permanecido ingresado un mes y medio para ser tratado de COVID-19. La acogida de Ghali sirvió a Marruecos como detonante de una crisis que derivó en la entrada de miles de personas a Ceuta entre el 17 y 18 de mayo, además de un pulso político entre Rabat y Madrid que implicó la llamada a consultas de la embajadora marroquí en España.
Un juez de Zaragoza sigue investigando cómo se produjo la entrada de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario al territorio español. Rafael Lasala, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de la capital aragonesa, solicitó al Ministerio de Defensa y en concreto a la Comandancia Militar Aérea de la Base de Zaragoza, que aclare quién dio el permiso del aterrizaje.
El juez recibió un informe de la Guardia Civil en el que se señalaba que el avión que transportó a Ghali aterrizó en la Base Aérea de Zaragoza y no en el aeropuerto. Además, se añade que las autoridades militares comunicaron al personal del instituto armado que el ocupante era personal diplomático sin especificar identidad del personal. Esto permitió que no tuviera que pasar por aduanas.
En este sentido, el juez solicita saber cómo llegó la aeronave procedente de Argelia a la zona militar, a qué hora y las condiciones del avión, si era transporte militar u oficial. Asimismo exigió información sobre cómo se comprobó la verificación del pasaporte diplomático.
Cabe recordar que esta investigación se inició tras la denuncia presentada por el abogado Antonio Urdiales por posibles delitos de falsificación, prevaricación y encubrimiento. Urdiales pidió que se indagara la participación de los funcionarios de fronteras del aeropuerto y del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, quienes «autorizaron la entrada de personas provistas con documentación falsa, siendo conocedores de que Ghali tenía incoadas sendas causas penales por grave delitos de genocidio y torturas ante el Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional».
El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, convocó al activista saharaui, Fadel Breica, a declarar el 29 de junio de 2021 sobre las torturas que sufrió a manos del Frente Polisario, como parte de la investigación que realiza el Juzgado Central de Investigación N ° 1 contra el líder del Frente, Brahim Ghali, por violaciones de derechos humanos.
Santiago Pedraz accedió así a la solicitud de los abogados de Fadel Breica quienes, en una carta, le pidieron que escuchara el relato del activista saharaui y el de otros testigos.
Contactado por «Marruecom», el activista de derechos humanos confirmó su citación para el 29 de junio de 2020 de forma presencial, para declarar y contar su experiencia de detención.
Ironizando sobre «la fuga» de Brahim Ghali, Breica dijo a «Marruecom» que en su caso, declarará, pero no habrá un avión argelino esperándole para «huir» de España.
Fadel Breica, cuya denuncia fue admitida por los tribunales españoles el pasado mes de abril, acusa al líder de Polisario de ser responsable de su secuestro durante el período comprendido entre el 18 de junio de 2019 y el 10 de noviembre del mismo año.
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