La Fundación Premio Convivencia ha recibido nueve candidaturas a la decimonovena edición del galardón que ahora concede de forma bienal la Ciudad Autónoma de Ceuta y cuyo jurado se reúne cada dos años en otoño para emitir su veredicto, que en 2021 recayó en la chef hispanomarroquí Najat Kaanache, que resultó ganadora entre las catorce propuestas formuladas.
Antes que ella y en orden cronológico inverso ya lo habían recibido el obispo Juan José Aguirre, los Franciscanos de Tierra Santa, la niña paquistaní Malala Yousafzai, el escritor Mario Vargas Llosa, la organización no gubernamental Sonrisas de Bombay, la activista Helen Lieberman, el científico Manuel Elkin Patarroyo, la Fundación Miguel Gil Moreno, el maestro Daniel Barenboim, el economista y Nobel de la Paz Muhammad Yunus, la Asociación Víctimas del Terrorismo en España, el Pueblo de Madrid, el Pueblo de El Salvador, el escritor y filántropo Dominique Lapierre, la asociación Mensajeros de la Paz, el misionero Vicente Ferrer y el expresidente Adolfo Suárez.
En la elección de Kaanache se ponderó su al empoderamiento femenino en Marruecos, su colaboración con varias oenegés y “porque entiende la diversidad cultural como un elemento que enriquece la convivencia y sus valores, lo que fusiona a través de la cocina y gastronomía”.
Desde 1999 la Ciudad distingue con el Premio Convivencia a “personas o instituciones de cualquier país cuya labor haya contribuido de forma relevante y ejemplar a las relaciones humanas, fomentando los valores de justicia, fraternidad, paz, libertad, acceso a la cultura e igualdad entre los hombres”, según se acordó en un Acuerdo Plenario de noviembre de 1998.
El Premio Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta consta de un diploma, un símbolo distintivo y representativo del galardón y una dotación en metálico a determinar anualmente por el Pleno de la Asamblea con motivo de la aprobación del Presupuesto General de la Ciudad (30.000 euros).
La Fundación puede recabar un informe no vinculante sobre las candidaturas existentes
Para recibir el diploma, el símbolo y la dotación económica, la persona o institución galardonada debe estar presente en el solemne acto de entrega del premio, cuya fecha de celebración es establecida en cada convocatoria por la Fundación de acuerdo también con la agenda del distinguido.
El premiado tienen que pronunciar un discurso en el desarrollo de dicha ceremonia, que en sus últimas ediciones se ha desarrollado en el Auditorio del Revellín.
La Fundación puede recabar informe (sin carácter vinculante) de su Comité Consultivo sobre las candidaturas presentadas.