El macrojuicio seguido en la Audiencia de Ceuta contra 12 personas acusadas de constituir un entramado dedicado al blanqueo de capitales procedente del narcotráfico ha contado esta tarde con las declaraciones de más agentes de la Guardia Civil y de dos familiares directos de procesados en la causa. Estos últimos han constituido la novedad de la jornada en su sesión de tarde.
Sus manifestaciones han servido para justificar, por ejemplo, de dónde procede el dinero con el que se adquirieron los famosos caballos de pura raza que, a juicio de los investigadores que analizaron el patrimonio de los acusados, estarían asociados a esa necesidad de ‘lavar’ dinero.
Así, el padre de los dos fugados en este procedimiento, tanto el considerado cabecilla que pudo escapar justo antes de que la Guardia Civil irrumpiera en su chalé de la barriada de Postigo como su hermano, ha normalizado la adquisición de los equinos y de propiedades en Málaga. Todo mediante préstamo avalando a su nieto (hijo de uno de los fugados), extremo que este verificó.
Manifestó también que él era el auténtico titular de la ganadería. Ambos, abuelo y nieto, negaron saber el paradero de los dos fugados a los que la Justicia no ha podido sentar en el banquillo y que están en busca y captura desde 2019, se supone que ocultos en el extranjero.
¿Dónde están los fugados?
Esa fuga constituye la sombra de toda esta operación y, de hecho, en varias declaraciones de agentes de la Benemérita se ha deslizado el malestar que supuso que más de año y medio de investigaciones terminaran no teniendo el efecto deseado (nunca se encontró droga) porque alguien alertó a los procesados de que estaban siendo investigados.
Alguien que, además, sabía de cuándo se iban a ejecutar las entradas y registros, y que logró informar con tiempo suficiente al cabecilla para que escapara del chalé. Cuando los agentes entraron, ya no estaba.
Ha habido cierta tensión en el interrogatorio cuando el fiscal ha preguntado al padre de los dos fugados si sabía por qué se les buscaba. “No lo sé”, ha dicho. “Por narcotráfico”, le ha espetado el fiscal. “No interesa saber la verdad”, ha respondido enojado el testigo.
Escuchas y seguimientos
A lo largo de la tarde han declarado también agentes de la Guardia Civil que formaron parte de operativos de vigilancia, seguimientos, controles a embarcaciones… además de otros que estuvieron controlando y transcribiendo escuchas.
De esas conversaciones han indicado que se derivaba la existencia de una operativa con embarcaciones, se hablaba de problemas de logística con esas lanchas. “Eran conversaciones que apuntaban a que se dedicaban al narcotráfico. Son propias de quienes se dedican a esto”, ha recalcado uno de los integrantes del Instituto Armado.
Con esa operativa se refieren al petaqueo, el aprovisionamiento de gasolina, el pretendido de hachís… Los agentes han destacado que los acusados usaban un lenguaje que resultaba difícil de entender, en clave, pero que se normalizaba cuando se sentían no controlados, por ejemplo, estando en la embarcación que usaban para el petaqueo y que no sabían que estaba siendo vigilada por la Benemérita hasta que se hallaron los dispositivos colocados con autorización judicial.