Hay que tener poca vergüenza política. Muy poca. Si hay fotos de la vergüenza, esta es una de ellas. No lo digo por la AUGC, sí por unos parlamentarios bajo unas siglas, las del PP, que nos toman el pelo con esto de los derechos humanos y la frontera.
Según la nota que difunde el partido tras reunirse con la asociación de guardias civiles, van a demandar a las instancias pertinentes que busquen soluciones inmediatas que garanticen las “condiciones laborales de los agentes” y “el respeto a los derechos humanos en la frontera”.
Van a pedir lo que ellos fueron incapaces de hacer. Hay que ser hipócrita para sostener esa máxima, viniendo de un PP que se ha caracterizado por todo menos por defender los derechos humanos de los inmigrantes en Ceuta.
Lo dice el PP un 4 de febrero, a dos días del 6F, cuando fueron incapaces de gestionar políticamente todo lo relacionado con aquella entrada masiva de inmigrantes que terminó con muertos. Lo más que hicieron fue, además de mentir, hacerse una foto en el espigón del Tarajal.
Ahora, estos del PP, se escandalizan por las instalaciones en donde quedan los inmigrantes cuando son interceptados. Lo dicen quienes han dado calor a prácticas indecentes. Tan indecentes como sedar a inmigrantes con haloperidol para expulsarlos u organizar batidas para localizar a niños inmigrantes a los que llamaban mofetas para encerrarlos en plena campaña electoral en una casa del Hacho.
¿De qué exigencias en materia de derechos humanos hablan estos parlamentarios?, ¿cómo se puede difundir tamaña hipocresía?
Es evidente que se tiene memoria histórica para lo que se quiere. El PP no ha aplicado en Ceuta ninguna política que haya favorecido el más mínimo respeto a esos derechos. Además, tampoco creen en ello, son meros comparsas de un discurso vacío.
Ahora, han buscado la foto, aunque sea una foto de la vergüenza para hacer política. Solo eso. No saben ni de lo que hablan, pero tampoco les importa.