El marroquí M.S.A.T. se encargaba el pasado lunes de resucitar en el ámbito delincuencial las prácticas de los motores humanos que tanto daño hicieron a finales de los años 90. Ayer también las resucitó en el ámbito judicial, después de que tras ser puesto a disposición de su señoría, se dictara auto de entrada en prisión con carácter preventivo a la espera de juicio.
Fiscalía le pide 7 años de cárcel, teniendo en cuenta el peligro y ánimo de lucro. Con esa calificación provisional se presentará a juicio en la Audiencia, después de que remolcara a un somalí de 20 años y le llevara hasta el Tarajal ejerciendo de particular 'motor humano'. Una práctica que entraña importantes riesgos, en la que muchos subsaharianos fallecieron ahogados y que se convirtió en foco prioritario de lucha no solo para la propia Benemérita y los jueces, sino también para asociaciones como la AUGC que llegaron a presentar denuncia en Marruecos, país origen de las salidas.
Las condenas de hasta 7 años de cárcel sentaron un precedente e hicieron cundir el pánico entre quienes habían convertido esto en una auténtica moda hasta el punto de que varios argelinos y marroquíes estuvieron presos en Los Rosales por estos hechos. La Audiencia, pionera en estas duras condenas, llegó a trasladar a puntos como Polonia su jurisprudencia.
Ahora M.S.A.T. ocupa celda en Los Rosales a la espera de una vista judicial en la que se dirimirá la condena que la justicia, con su nuevo Código Penal, establece en este tipo de situaciones marcadas por el exceso de riesgo.