Este lunes por la mañana, miles de personas de la ciudad de Tánger celebraron los rituales del Eid al-Adha en varias capillas y mezquitas de la ciudad.
Además de las miles de mezquitas repartidas por los distintos barrios de la ciudad, las capillas de Siria, Iberia y Ajzenia se llenaron de fieles, con gran afluencia de público para participar en este acontecimiento espiritual.
Los fieles, muchos de ellos acompañados por sus hijos y ataviados con trajes tradicionales como el jilbab, el jabador y la kandora, estuvieron muy atentos a la takbirs, expresión de fe del islam, coreándolos a la manera habitual en la ciudad de Tánger.
Tras realizar dos oraciones, los fieles escucharon el sermón, durante el que los imames se centraron en los significados y valores que abundan con motivo del Eid al-Adha, especialmente el valor del sacrificio, del que la ocasión deriva su nombre.
También instaron a los ciudadanos a adherirse a la limpieza y a la correcta manipulación de los residuos de los sacrificios, subrayando la importancia de preservar el medio ambiente y la estética de la ciudad.
Uso racional del agua durante la fiesta
También destacaron la necesidad de conservar el agua racionalizando su uso en esta ocasión, haciendo hincapié en la importancia de economizar en el uso de los recursos naturales.
Tras realizar las oraciones y escuchar el sermón, los espacios de capillas y mezquitas se convirtieron en un lugar de fraternidad, donde los fieles comenzaron a estrecharse las manos y abrazarse, intercambiando felicitaciones y bendiciones.
El apretón de manos entre los fieles tras el final de los rituales fue un momento dorado, ya que las almas se abrazaron antes que los cuerpos, y los corazones se mezclaron en una atmósfera de amor y paz.
Viejos amigos se encontraron, parientes renovaron sus lazos y vecinos intercambiaron buenos deseos, todo ello a la sombra de sonrisas inolvidables y corazones esperanzados.