Ceuta está hoy un poco más triste. La ciudad ha conocido el fallecimiento de Josefa Vega, más conocida como'Pepa' o 'Pepita', que ha perdido la vida a la edad de 92 años. Esta mujer, malagueña de nacimiento pero caballa de facto, fue durante más de 20 años cocinera en el colegio de Los Agustinos, aunque ya llevaba casi 30 jubilada, algo que no le impidió seguir muy activa utilizando su tiempo libre en acciones sociales.
La misa por su fallecimiento se ha oficiado este domingo en el tanatorio, y el próximo viernes 12 de agosto a partir de las 20:00 horas tendrá lugar otra en su memoria en la iglesia de Los Remedios. Josefa, nacida el 14 de abril de 1930 en el Valle de Abdalajis (Málaga), era una persona "muy caritativa, siempre ayudando", comenta Antonio, portero del colegio de Los Agustinos, en el cuál lleva trabajando más de 30 años.
"Recuerdo que el primer día que empecé a trabajar, con 23 años, bajó a presentarse y desde entonces siempre tuvimos una relación especial", relata. "A veces hacía pinchitos y me decía que subiera a comer arriba. Yo le contestaba que no, que era el lugar donde comían los curas, pero ella insistía y acababa convenciéndome. Los párrocos tampoco pusieron nunca ningún problema", añade.
"Era una mujer muy cariñosa, siempre dando consejos con muy buena fe. Un día me llegó el rumor de que se iba a jubilar, y le pregunté a lo que ella me lo negó. Pero un mes después efectivamente se había jubilado. Cuando vino a visitar el colegio le pregunté que por qué no había dicho nada y ella respondió que le daba mucha pena la despedida. Era como de mi familia", recuerda Antonio.
A pesar de jubilarse, 'Pepita' no cortó su relación con el colegio en el que pasó trabajando más de 20 años, y lo visitaba con asiduidad, trayendo a los párrocos y a los demás trabajadores sus famosas rosquitas y otros dulces. Tenía una gran mano para la cocina y tras finalizar su etapa laboral, siguió utilizando ese don para actos caritativos, ya fuera en actos benéficos organizados por las iglesias, Caritas o cualquier asociación de Ceuta.
Era una mujer muy devota. "Siempre la llevaba a misa a la Iglesia de San José", comenta Alfonso, familiar de 'Pepa' que le ha acompañado en innumerables paseos en los últimos años en los que estuvo viviendo en la residencia Nuestra Señora de África. Una cita con la iglesia que en los últimos años solo la pandemia pudo evitar. "Pero no importaba, cuando no podíamos entrar por culpa del coronavirus, nos quedábamos en la puerta a escuchar la misa desde fuera", continúa.
Se va una vecina muy querida en la sociedad caballa y entre los más devotos. "Cuando íbamos por la calle siempre nos paraba alguien para saludarla. Seguía manteniendo contacto con muchos de los fueron párrocos en los Agustinos, que ahora son ya más mayores", añade Alfonso.
Descanse en paz