Pepita Barba, viuda del doctor Rafael Ferrón y conocida por su cuantiosa vida social, falleció ayer por la tarde en Ceuta diciendo adiós de la única manera que Pepita podía hacerlo: con las ganas de vivir que la caracterizaban. Así lo ha transmitido uno de sus nietos.
Pepita Barba fue una persona con una vida social muy activa y de las primeras en formar parte del Aula Universitaria de Mayores.
También fue de las primeras usuarias que inauguraron el centro de día de la Fundación Eduardo Gallardo y una de las últimas personas con vida de la famosa promoción final del Instituto hispano-marroquí.
Su inquietud y ley de no parar quieta la llevaron a participar en el documental ‘El Tren’, que se estrenó hace poco por parte de la Ciudad, según han indicado sus allegados.
Pepita Barba siempre ha estado rodeada de buenas amigas, “de amigas que la quieren mucho; y de su familia, porque era muy matriarca”.
Ejemplo de fuerza
Dedicó su vida a su familia y fue un ejemplo de fuerza y alegría para todos. Por ello, lamentan en profundidad su pérdida, porque no solo se va Pepita Barba, se va un remolino de energía, un ejemplo de unidad familiar, de afecto y un apoyo y referente para muchos de su círculo.
Como ha trasladado uno de sus nietos: “Se va un genio y figura y se le echará mucho de menos por su valentía y vitalidad ante todos los obstáculos que la vida le presentaba”.
Su familia ha querido agradecer a todo el personal sanitario del Hospital Universitario el buen trato y cariño recibido durante la hospitalización de Pepita Barba.
Su familia, amigas y allegados lamentan mucho su pérdida y comunican que esta tarde a las 17.00 horas se llevará a cabo la misa de sepelio en el tanatorio de la ciudad. Pepita Barba se ha despedido para siempre de sus 2 hijas, sus 5 nietos y sus 2 bisnietos, que han mostrado una enorme tristeza por el vacío que esta deja.