Hoy me preguntan los alumnos de Primero de Bachillerato en qué consiste la libertad de expresión.
¿Por qué esa pregunta en el año 2023? Los chicos tienen 16 y 17 años, han nacido en un país libre, democrático, de derecho, con leyes educativas que protegen todo tipo de opiniones y de pareceres sobre cualquier tema, respetando los protocolos correspondientes.
Les expliqué, algo sorprendido, su significado y la importancia de esta posibilidad de expresar tus opiniones, pensamientos, puntos de vista sin el miedo a ser perseguido, sancionado, encarcelado, amenazado, coaccionado o detenido. Repasamos historias de regímenes totalitarios, dictaduras, situaciones en que la posibilidad de atreverte a hablar para exponer cualquier problema individual o colectivo puede causarte un problema.
Comentamos esta sección "EL CAÑONAZO", el periódico me abría la posibilidad de escribir sobre temas polémicos: política, crítica a lo que sucede en la ciudad, puntos de vista, protesta, denuncias, etc.. El CAÑONAZO suena de lunes a viernes y, aunque no suene a gusto de todos, ahí lo lanzo a los cuatro vientos, manifestando lo que llevo dentro, lo que me parece, lo que propongo.
Hay límites, hay barreras que no se pueden cruzar: la mentira, el hacer daño gratuito, la ofensa, el menosprecio, la defensa de la violencia, la apología del odio, la intolerancia en cualquiera de sus manifestaciones.
Yo he contado en esta sección asuntos muy comprometidos, polémicos y nada cómodos. Nunca me han dicho que eso no podía decirlo o que iba a tener consecuencias si las críticas no gustaban
Pero lo real es que nos tapan la boca, sentimos terror, tememos que los que " están por encima de nosotros" nos hagan pagar un precio muy caro. Es por ello que guardamos silencio, que decidimos callar, pasar desapercibidos e incluso no meternos en líos de ningún tipo por lo que pueda suceder.
Eso no pasa solo en las aulas, lo vemos a cada instante: los que temen perder su trabajo, los que buscan caer bien siempre, los que se esconden en sí mismos para no ser descubiertos, los que quieren ir escalando posiciones para obtener beneficios, los que echan por tierra ser ellos mismos siendo apartados de cualquier manera. Una especie de mafia sin piedad de la que huímos por sus consecuencias.
La enseñanza debería educar estos valores: individuos libres, valientes, atrevidos, preparados para formar una sociedad en la que nada ni nadie pueda taparnos la boca.
Esta libertad es una obligación, un derecho inalienable, una conquista ganada aunque costó mucha sangre.
Hablar, decir, expresar, manifestar vuestras inquietudes y aportar. Ahora os toca a vosotros en nombre de todos los que perdieron la vida por esa libertad que ya es vuestra; cuidarla y seguir regando su raíz para que sea cada vez más fuerte.