El Teatro Auditorio del Revellín se llenó de emoción y armonía durante el concierto organizado por el Centro Cultural Al Idrissi con motivo del inicio del nuevo año islámico 1447 del calendario hiyri. Bajo la dirección artística del solista Himad Mehdi y con la participación de los alumnos y alumnas del centro, la velada se convirtió en una experiencia inolvidable para grandes y pequeños.
El evento, que comenzó a las 19:00 horas, fue recibido con gran entusiasmo por parte del público, que disfrutó de una propuesta musical cargada de simbolismo, historia y espiritualidad. Los asistentes destacaron la calidad de las interpretaciones, la emoción del repertorio y, sobre todo, la ternura y entrega con la que los niños cantaron durante la actuación.
La cita cultural fue también una oportunidad para reforzar los lazos entre la comunidad musulmana de la ciudad y el resto de los vecinos, quienes compartieron juntos una jornada cargada de convivencia, respeto y celebración en un ambiente acogedor y festivo.
Un año nuevo con profundo significado espiritual
La festividad marcó el inicio del mes sagrado de Muharram, el primero del calendario islámico, que recuerda la migración (Hiyra) del profeta Muhammad (la paz sea con él) desde La Meca a Medina, un hecho histórico que supuso un antes y un después en el desarrollo del islam. Este acontecimiento, además de marcar el comienzo del calendario hiyri, simboliza una transformación interior y colectiva hacia una sociedad más justa y espiritual.
El concierto sirvió también para acercar al público al significado de este nuevo año, recordando que el calendario islámico, seguido por unos 1.900 millones de musulmanes en el mundo, es de tipo lunar y consta de doce meses, comenzando cada uno con la luna nueva. A diferencia del calendario gregoriano, tiene unos diez días menos, lo que hace que las fechas religiosas varíen cada año respecto al calendario solar.
Entre los momentos más emotivos de la tarde estuvo la interpretación coral de los más pequeños, que arrancó sonrisas y aplausos del público, además de algunas lágrimas de emoción entre familiares y asistentes. La presencia del solista Himad Mehdi dio un toque profesional y profundo a la velada, combinando tradición y sensibilidad musical.
Música, valores y cultura en armonía
Durante el acto también se resaltó la importancia de comprender el contexto espiritual del año nuevo islámico, que no incluye rituales específicos, pero sí representa una oportunidad para reflexionar y fortalecer los lazos comunitarios. El Centro Cultural Al Idrissi subrayó que este tipo de iniciativas buscan fomentar el conocimiento, la convivencia y el respeto mutuo a través de la cultura.
“La migración del profeta Muhammad (SAW) no fue solo un desplazamiento geográfico, sino el inicio de una nueva etapa de libertad religiosa y desarrollo social”, explicó uno de los responsables del evento. “Hoy, nosotros también podemos celebrar esa transformación con encuentros como este, que nos inspiran a ser mejores como individuos y como comunidad”.
Medina, la ciudad a la que migró el profeta, se convirtió entonces en el corazón del islam, después de La Meca. Desde allí, se consolidaron los pilares fundamentales de esta religión, cuyo mensaje de paz y hermandad sigue vigente y se ve reflejado en eventos como el celebrado este viernes.
Una noche para recordar
Para los niños participantes, fue una oportunidad de mostrar su talento y conectar con sus raíces culturales en un espacio de reconocimiento y alegría compartida.
Padres, madres y profesores coincidieron en que actividades como esta refuerzan la autoestima de los más pequeños y promueven valores de unidad, cooperación y orgullo identitario. “No solo han cantado con el corazón, también han aprendido sobre quiénes son y de dónde vienen”, afirmó una de las madres presentes.
El Centro Cultural Al Idrissi agradeció la asistencia del público y reiteró su compromiso con la promoción de la cultura y el entendimiento interreligioso. Con este concierto, no solo se dio la bienvenida al año 1447, sino también a un futuro lleno de posibilidades para seguir creciendo como comunidad.