Dando los repasos de última hora y preocupados por saber en qué aula tenían que examinarse, los 324 alumnos que este martes se enfrentan en Ceuta a la Prueba de Evaluación para el Acceso a la Universidad (PEvAU) afrontan con nervios, pero con decisión, un conjunto de exámenes que definirán su futuro.
Este año, como novedad, han comenzado la prueba media hora antes. Una decisión adoptada para que los alumnos con necesidades especiales, que cuentan con media hora más para hacer el examen, pudieran tener el mismo tiempo de descanso que el resto de alumnos.
Por lo tanto, a las 8.00 de la mañana los alumnos fueron nombrados con la intención de empezar, de manera puntual, a las 8.30 horas el primer examen correspondiente a Lengua Castellana y Literatura II. Le seguirá el de Lengua Extranjera en la fase de acceso y el de Historia de España.
Una jornada de muchos nervios, pero con ganas de afrontar esta última prueba, antes de pasar a la etapa universitaria. A las puertas del campus algunos reconocían haber estado al noche en vela estudiando o a causa de los nervios.
Aunque algunos han llegado hasta la puerta del aula donde se examinaban echando un último vistazo los apuntes, la mayoría han pasado estas última semanas encerrados en casa estudiando o en la biblioteca, apoyados por sus profesores del instituto y tirando de apuntes y distintos métodos de estudio para llegar lo más preparados posible a este día.
Muchos coinciden en señalar la asignatura e Historia como la mas temida en esta primera jornada de exámenes. Este año, además, se incluye como novedad que los alumnos se puedan presentar a una segunda lengua extranjera. No todo el mundo se examina y no será hasta el jueves por la mañana cuando se celebre esta prueba.
Como suele ser habitual en este tipo de pruebas, ha llegado algún que otro alumno rezagado, apurando los últimos minutos o al que se la había olvidado alguno de esos documentos, imprescindibles, para poder presentarse.
Pese a ello, el responsable de sede en Ceuta de la PEvAU, Salvador Casares, ha informado que la prueba ha iniciado de manera puntual y sin incidencias reseñables, sólo algunas equivocaciones en algunos nombres o apellidos, algo habitual teniendo en cuenta el volumen de alumnos que se presentan.
Aunque en estos últimos tiempos se ha puesto en duda la validez que tiene esta prueba, acusando el estrés que a algunos alumnos le supone jugarse su futuro en un examen, los organizadores siguen confiando en la función de esta Prueba de Evaluación de Acceso a la Universidad, que muchos aún siguen llamando Selectividad.
Dejando a un lado si es una prueba justa o no, se momento es la que sigue determinado por orden de nota qué alumnos entran en una carrera y cuáles no.
Pese a los nervios y el temor a suspender, la estadística dice que sólo uno de cada 10 estudiantes no logra superar la Selectividad. Por ello, muchos apelan al estudio y también a la suerte, con la esperanza de que van a aprobar.
Caballas recrimina a la Ciudad que no sufrague la Selectividad
Con motivo del inicio de la Selectividad en nuestra ciudad, la formación local Caballas ha recriminado al Gobierno local que no sufragase el gasto de esta prueba, que supondría un coste “perfectamente asumible” para las arcas locales de 24.000 euros. “Es una pena que el Gobierno de la Ciudad no haya atendido a estos 324 alumnos y alumnas y haya sufragado el gasto de la Selectividad”, apuntaba su portavoz, Mohamed Ali.
Para Caballas es importante aliviar la carga que soportan las familias ceutíes, “una ciudad que hay que recordar que está azotada por el paro y la pobreza”, reivindicando se pueda dar garantía a todos estos alumnos para que se puedan presentarse a esta prueba, “amortiguar las desigualdades e incentivar, de alguna manera, que la gente pueda desarrollar sus estudios universitarios”.
Por ello Ali anunció que desde Caballas “pelearemos” para que la Ciudad termine por incluir dentro de los presupuesto la financiación con dinero público de la Selectividad, sin que sea un coste adicional para las familias.