Nos encontramos en plena época de las rebajas en nuestra ciudad y además en verano, lo que conlleva un incremento de las ventas en unas de las principales fuentes de nuestra economía: el comercio.
Sin embargo, nuevamente los problemas en la frontera del Tarajal no ayudan para nada. Los colapsos que se están produciendo, tanto para la entrada de peatones como de vehículos, están provocando retenciones de muchas horas que, por supuesto, le quitan las ganas a los potenciales compradores que quieren venir a Ceuta para disfrutar de sus posibilidades en varios terrenos. La propia Confederación de Empresarios ya ha realizado una advertencia seria a las autoridades, temiendo que con la llegada de los últimos días del Ramadán y los primeros posteriores a la finalización del mismo suelen ser fechas claves a la hora de la llegada de compradores desde el otro lado de la frontera con alto poder adquisitivo y que además se encuentran pasando sus vacaciones en las viviendas o en los establecimientos hoteleros que están en la coste norte marroquí, los mismos desistan de cruzar la frontera, ante los problemas que están ocurriendo. Todos sabemos que es muy difícil en una paso fronterizo como el de Ceuta el conjugar la seguridad con el comercio, pero lo cierto es que se debe tener de manera suficientemente clara que tampoco se puede estrangular al comercio ceutí hasta asfixiarle como está sucediendo en estos días y donde se teme que alcance a las fechas claves en el calendario de compras. Hay que buscar soluciones.