La Ciudad anima a los que conservan documentos relacionados con la antigua Estación a que los donen para el futuro museo que acogerá esta obra
Salvar la Estación del Ferrocarril. Ese es el objetivo después de años de paros, de trabas y de problemas que han convertido esta obra de remodelación en una de las asignaturas pendientes del Gobierno.
Son muchas las personas que añoran contemplar esta recuperación, que lamentan que su hermana gemela brille con luz propia en Tetuán mientras la nuestra asoma como un fantasma, habitada durante muchos años por aves de corral y convertida en asentamiento de inmigrantes, desalojados tras las denuncias de los vecinos y la consiguiente acción policial.
En estas semanas se está trabajando en la protección y limpieza de la locomotora, protegida bajo una carpa para que las lluvias no estropeen las labores. El objetivo es trasladarla al interior de la Estación en un plazo de dos meses para después colocar la cubierta y seguir con la reforma que permita que lo que es uno de los monumentos emblemáticos de Ceuta luzca como debe. La cubierta se tiene que trasladar desde la península y formará parte de las tareas de mayor envergadura previstas.
Son muchos los ciudadanos que luchan para que se haga justicia, para que Ceuta pueda tener en condiciones los últimos vestigios de la línea que la unió con el país vecino. Desde Fomento, tras la toma de la dirección de obra por parte del arquitecto Javier Arnáiz, y Patrimonio se anima además a que todos aquellos que tengan algún documento relacionado con lo que fue la Estación puedan aportarlo para ser incluido en el museo que incluirá la obra. Vale cualquier cosa: algún papel, elementos que pudieron ser conservados... todo lo que tenga que ver con lo que en su día fue. Lo que nunca se podrá incluir serán las piezas del arco del túnel de Arcos Quebrados que fue derribado a pesar de las advertencias del historiador, Manuel Contreras, un auténtico luchador por la historia ferroviaria de nuestra ciudad.