El CEIP Vicente Aleixandre de Ceuta ha creado un proyecto bajo el nombre ‘Huerto escolar vertical’ el que cuenta con la colaboración de Urbaser.
Esta iniciativa pretende “hacer de nuestro huerto vertical un espacio de participación, por lo que consideramos de gran importancia la colaboración entre profesores, alumnado, personal laboral y familias”. “Al ser comunidad de aprendizaje, nuestra escuela está abierta al entorno y a toda la comunidad educativa”, apostillan desde el centro educativo a El Faro.
El esqueleto del huerto ha sido facilitada por la empresa Urbaser, que, utilizando palets de segunda mano, “nos ayudó en la construcción de la estructura del futuro huerto”. “El siguiente proceso de trata de la madera así como ubicación del mismo ha sido llevado a cabo por el personal laboral adscrito al Centro por parte del Ayuntamiento de la Ciudad”, prosiguen.
Los objetivos que se persiguen desde el ‘Vicente Aleixandre’ son conocer y promocionar la agricultura ecológica utilizando ésta como elemento transversal en la educación en valores.
Además para los pequeños del centro escolar también servirá para su currículo, ya que es conocer de manera directa el proceso de transformación de los alimentos vegetales, un concepto “difícil de entender” en una sociedad en la que se están consumiendo cada vez más productos elaborados.
Estos esutidantes podrán aprender la transformación de las plantas -semilla, planta, flor, fruto- y valorar el agua “como recurso escaso”.
“Conocer los distintos tipos de plantas, verduras y hortalizas que se pueden plantar en nuestro huerto vertical, así como su utilización y forma de crecimiento. Visualizar la siembra, crecimiento y reproducción de las plantas que se cultiven y desarrollar capacidades de planificación, resolución de problemas y prevención de consecuencias”, son otros de los objetivos que persigue el profesorado del centro.
Todo eso sin olvidar que puede despertar el interés en niños y niñas hacia su entorno más cercano, así como aprender a valorarlo y conservarlo. Practicar labores de mantenimiento y cultivo que fomenten las relaciones entre el alumnado y el resto de la comunidad educativa.
Asimismo desarrollar habilidades derivadas del trabajo en equipo en el huerto, sensibilizar al alumnado sobre nuestra influencia en el medio, el cuidado de la naturaleza y el equilibrio natural en las distintas especies de plantas e insectos y tratar distintos valores como; la solidaridad, el compartir, la convivencia, la amistad y el respeto.
Todo ello ayudará a que los pequeños sepan trabajar en equipo, tengan respeto a las diferencias y, por supuesto, se esfuercen y tengan iniciativas para las actividades planteadas.
“Sobre todo le hemos pedido al alumnado mucha responsabilidad para tener un cuidado permanente del estado del huerto vertical para que siempre esté en perfectas condiciones”, prosiguen. Para llevar adelante el proyecto, el centro siempre aporta la cantidad económica necesaria para materiales. También han contado con la colaboración de la gestora de la planta de transferencia del Hacho y con el personal laboral adscrito al colegio.