La tumba 5091 del cementerio de Sidi Embarek acoge los restos del joven hallado el pasado 7 de febrero en el entorno de la Sirena, en Ceuta.
Ha sido imposible identificarlo debido al tiempo que permaneció sin vida entre las rocas de los acantilados. Sin documentación, sin nada que pudiera conducir hacia su identidad, ha tenido que ser enterrado sin un nombre, solo con una reseña.
La funeraria Al-Qdar ha procedido al traslado del ataúd hasta el cementerio esta misma mañana. Allí se la ha rezado junto a los trabajadores del cementerio antes de proceder a su entierro, muy cerca de los otros dos cuerpos encontrados en esta misma zona días atrás.
La Guardia Civil no ha podido identificar ninguno de esos tres cuerpos, debido sobre todo al tiempo transcurrido desde que perdieron la vida hasta su localización lo que ha impedido un reconocimiento visual de los mismos, al objeto de verificar si podría ser alguno de los jóvenes marroquíes dados por desaparecidos.
El no llevar pertenencias ni ningún objeto que pudiera ser válido al menos para una identificación no oficial ha complicado esas tareas.
Es imposible verificar si tanto él como los otros varones encontrados en el mismo punto pertenecen a la embarcación cargada de marroquíes que llegó al Hacho el 18 de enero, y cuyo patrón instó a sus ocupantes a arrojarse al mar. La desaparición de cinco de ellos ha sido denunciada por sus familiares, quedándose una laguna en la que es complicado avanzar.
Qué hay que hacer
El Laboratorio de Criminalística de la Policía Judicial de la Guardia Civil insiste en la necesidad de denunciar la desaparición de familiares además de aportar ADN.
No es necesario hacer este trámite en Ceuta, sino que se puede llevar a cabo en cualquier punto de España o en Marruecos o Argelia, países de los que parte la mayoría de inmigrantes que cruzan a nuestra ciudad.
Es un avance importante ya que de esta manera se cuenta ya con un hilo previo del que tirar para tratar de averiguar quién es el fallecido.
En este caso solo se puede comunicar que llevaba unos vaqueros oscuros con cinturón además de varias prendas en la parte superior del cuerpo. El reconocimiento visual es inviable.
Recuperar su cuerpo resultó complicado requiriéndose la colaboración de los GEAS para sacarlo de la zona rocosa en la que había quedado.