Leo con asombro el artículo firmado por Comisiones Obreras de Ceuta que reproduce uno del profesor de Filosofía Carlos Fernández Liria. En este artículo se defienden las siguientes posturas: la única enseñanza que debería existir es la pública, porque es la única que defiende la libertad y la democracia; la enseñanza privada y concertada debería desaparecer porque son adoctrinadoras y van contra la libertad de los alumnos; la familia y los padres de los alumnos son igualmente adoctrinadores, limitan la libertad de los hijos y la enseñanza pública es el único modo de sacar a los niños del pernicioso adoctrinamiento de sus padres.
CCOO de Ceuta suscribe estas enseñanzas, entre otras, de un profesor, Carlos Fernández Liria, tan amante de la libertad que es un defensor del régimen bolivariano de Chávez y Maduro, que ha provocado que más de seis millones de venezolanos hayan huido de su país, en el que se sienten perseguidos, o sea un 20% de su población. Claro que es un defensor también de la visión marxista de la historia y de la vida, del materialismo histórico, que ha provocado con el comunismo más víctimas que las dos Guerras Mundiales juntas.
Pero es más asombrosa todavía su visión sobre la familia y los padres hasta afirmar que hay que alejar a los hijos de la nefasta influencia de sus padres…
El tono del artículo de un pretendido defensor de la libertad es todo menos liberal: sólo hay un camino para educar a los niños, el que yo digo y además, el que piense de otro modo, no tiene sitio en el mundo para vivir.
Afortunadamente estas propuestas de Fernández Lira, representante de Podemos, son suscritas por un grupo cada vez más reducido de personas y algún despistado como CCOO de Ceuta las repite sin sentido crítico. Que el profesor Fernández Lira piense así, entra dentro de su libertad de pensamiento, de cátedra y de expresión, y la respeto.
Parece menos digno de respeto su ataque a todos los que no piensan como él. Y avergüenza que CCOO de Ceuta, que como organización sindical debería ser más plural y respetuosa con otras instituciones y organizaciones educativas que trabajan, como ella, en la misma Ceuta, por ejemplo, el Colegio San Agustín –que ahora está de luto por el fallecimiento del Padre Prada- y es un colegio concertado de gran tradición en Ceuta, que lleva más de cien años contribuyendo a la enseñanza de las nuevas generaciones.
Este colegio y tantos otros –como la Academia Kids College, colegio privado que dirigía el emprendedor ceutí Raju Shivdasani, también recientemente fallecido-, según el artículo de CCOO de Ceuta, no deberían existir.
CCCO de Ceuta debería ser más plural y respetuosa con todas las instituciones y personas, que como los afiliados de CCOO, se esfuerzan por mejorar un sector tan importante de nuestra vida democrática como son los colegios.