El perro con la rabia que mordió a cinco personas en Toledo, cruzó a la península a través de Ceuta después de pasar un tiempo junto a sus propietarios en Marruecos. Esa afirmación fue trasladada ayer por la Guardia Civil a los viajeros que cruzaron la Frontera junto a sus mascotas.
Los agentes destacados en el puesto de control revisaron el pasaporte, cartilla de vacunación, documentación del propietario y del vehículo en caso de que utilizaran transporte en su tránsito. Los guardias entregaron a los dueños de animales susceptibles de contraer esta enfermedad un documento que les evita volver a cumplir este trámite cada vez que el ciudadano cruce con su animal de compañía.
Abdelhakim Abdeselam, consejero de Sanidad y Consumo, comunicó esta semana que las autoridades sanitarias no consideraron oportuna la activación de los protocolos en la ciudad mientras que el resto del país se encuentra en alerta tras detectarse un caso de rabia canina.
Finalmente, uno de los siete perros que permanecían aislados en un centro de la provincia de Toledo por haber estado en contacto con el que mordió a cuatro menores será sacrificado y los seis restantes han sido devueltos a sus dueños.
Tan sólo en Ceuta y Melilla se dan ocasionalmente casos de rabia en animales importados de Marruecos u otros países del norte de África, pese a la implantación del programa de vacunación antirrábica obligatoria y gratuita.