Las entradas de inmigrantes por goteo siguen produciéndose en la ciudad, sirviéndose de la flota de vehículos que es usada para introducir a inmigrantes en dobles fondos.
Los subsaharianos abonan cantidades superiores a las de los pases tradicionales (unos 6.000 euros) para beneficiarse de este tipo de pase más exitoso pero mucho más peligroso para su integridad física. Esta misma semana patrullas de la Guardia Civil se toparon con dos varones y una mujer subsaharianos que se dirigían camino hacia el centro después de haber cruzado Tarajal sin ser vistos.
Estos casos son el claro ejemplo de ese goteo permanente que no trasciende tan a menudo en los medios de comunicación pero que termina incidiendo en el cómputo final de entradas.
Estos inmigrantes manifiestan haber entrado en coches por la frontera. Hay casos en los que llegan por su propio pie a la Jefatura Superior o incluso son acompañados por menores hasta las cercanías del cuartel de la Benemérita. Ellos mismos notifican su entrada para ser filiados y así ingresar en el CETI. En las últimas llegadas de inmigrantes se han detectado algunos que ya estuvieron en Ceuta con anterioridad. Un par, precisamente, en el conflicto de los cartonazos.