Una nueva campaña científica para crear otro espacio marino protegido en el Líbano nos ha llevado en esta ocasión al sur del país, hasta las legendarias ciudades de Tiro y Sidón. La zona cuenta con mayoría chií y numerosos conflictos étnicos, religiosos y políticos a sus espaldas, y además la frontera con Israel situada en Nacura está muy cercana. El equipo de trabajo era el mismo (los nombres y especialidades de los participantes están incluidas en el artículo publicado en el verano de 2012) y las organizaciones participantes eran la IUCN, el RACSPA, el Instituto de Oceanografía libanés, la Universidad de Alicante y el Museo del Mar de Ceuta. El mando científico del trabajo estaba a cargo de Alfonso Ramos, catedrático de la Universidad de Alicante y un gran experto en el ecosistema mediterráneo.
En esta campaña se trataba de buscar las zonas apropiadas para proteger debido a sus valores naturales, es decir un trabajo puro de exploración biológica. Es una sensación única de plenitud e ilusión que llena la mente del naturalista; debe ser algo similar a lo que siente un perro cuando lo sueltan en la libertad de un espacio natural para que pueda explorar, correr y saltar a sus anchas. Es un poco como estar en una especie de trance placentero por las expectativas que se abren ante nosotros y cada uno tiene las suyas algo mitificadas. Carlos y Aitor, los ictiólogos de campo, comentan alegres la posibilidad de encontrar a los peces guitarra que son unos escualos muy curiosos que pueden enterrarse y que, además, tienen una capacidad de aceleración bárbara para desaparecer de la vista, los pequeños peces gato lesepsianos (este término hace alusión a todas aquellas especies que han invadido el Mediterráneo penetrando a través del canal de Suez) observados en dos ocasiones han sido la otra estrella ictiológica de las jornadas de exploraciones dedicadas a la elaboración del mapa de comunidades, un documento imprescindible para poder establecer zonas de protección, asignándoles diferentes categorías y dispensando usos distintos según la importancia y la fragilidad de los hábitats.
En el caso de Alfonso Ramos y de un servidor, la pasión fluye más en la dirección de lo oculto o de lo conspicuo pero poco reconocible, es decir, de aquello que no se ve a simple vista o que es bien llamativo pero que se podría confundir con cualquier cosa como consecuencia de sus colores y formas caprichosas; en realidad fijamos nuestro interés en el bentos sésil, que es una amalgama de algas e invertebrados marinos que conviven en un espacio concreto de los fondos marinos. En este viaje, además, estábamos pertrechados de una cámara de vídeo digital, de esas que graban en alta definición, por lo que registramos todas las inmersiones que hicimos para establecer las generalidades de la geografía ecológica de esta región del sur del Líbano y realizar el mapa bionómico con más datos de los fondos por los que transitábamos. El bueno de Aitor (un joven profesor de estadística que enseña a diseñar experiencias con perfil cuantitativo y mucho trasfondo matemático) estaba absolutamente enamorado del ingenio digital y no cesaba de cantar sus maravillosas posibilidades técnicas. En principio, todos sabíamos lo que podíamos esperar del sur del Líbano desde el punto de vista de las especies marinas y sus hábitats y algunos ya conocíamos algo sobre las surgencias de agua dulce que salen a varias millas de la costa libanesa pero las diferencias entre ellas tenían sorpresas que nos estaban aguardando. La primera fue explorar las surgencias y descubrir que había tanto frías como calientes debido a la tumultuosa historia geológica del mediterráneo oriental. La segunda fue el hallazgo inesperado de una especie de coral de buen tamaño y aparentemente desconocido para la ciencia, sobre este último tema volveré más adelante pues ahora merece la pena que me entretenga un rato en todo este asunto de las surgencias de agua dulce.
Una mañana, presos de la excitación que invade a los aventureros y a bordo del CANA (buque oceanográfico libanés) comenzamos a planificar los buceos profundos en las interesantes surgencias. Éstas constituyen el factor de originalidad de esta zona del sur del Líbano. El plano que nos hizo el buzo Isiat (encargado de apoyar profesionalmente nuestros buceos explorativos con material y conocimientos) era bastante elocuente: frente a Tiro hay dos zonas de surgencias de agua dulce buceables. La primera está entre 30 y 40 metros y es de agua fría y la otra está en un bajo que partiendo de un fondo de 52 metros se eleva hasta los 36 en su zona más superficial y emite agua caliente. Hay también una zona de surgencias frías en fondos someros a 15 metros de profundidad. Las surgencias son ambientes muy particulares que someten a las especies a un estrés motivado por la bajada de salinidad que se produce en las cercanías de las salidas del agua dulce. Por lo tanto, es un bentos tolerante con estas condiciones, pero que también incluye especies peculiares que se han ido adaptando a estos ambientes y también incluso formas ecológicas particulares de algunas especies que presentan diferencias morfológicas cuando se distribuyen en otros hábitats marinos. En las surgencias frías profundas las esponjas del género Axinella alcanzan grandes tamaños mientras que en las zonas calientes profundas los fondos son más pobres y afectados por la deposición de sales, y como peculiaridad se producen unas películas bacterianas de colores blancos y azufrados, todo el sistema bentónico está más estresado.
Los buceos en estos fondos fueron muy excitantes y técnicos pues utilizamos botellas con distintas proporciones de oxígeno que disminuían los tiempos de descompresión y permitían terminar las inmersiones menos tocados por la narcosis. El fondo con surgencia fría más cercano a la frontera con Israel se llama Mayada, situada en plena zona de conflicto donde patrullan barcos y helicópteros de la ONU. Todo nuestro viaje ha estado marcado por el conflicto sirio que desestabiliza la región. Nuestro buque ha estado vigilado por efectivos navales de las Naciones Unidas en los momentos en los que más cerca estábamos de Nacura, nunca nos habíamos sentido tan aparentemente protegidos. Por otra parte, el resto de los fondos marinos y sus características naturales eran, en términos generales, similares a las encontradas en el norte del país. No obstante, algunas importantes diferencias merecen ser tenidas en cuenta, como la presencia en las zonas más profundas de un coralígeno de algas rojas del género Peyssonnelia que no encontramos en nuestro anterior viaje de exploración marina o la mayor complejidad de las poblaciones de algas litorales. El medio marino más profundo es el que conserva las asociaciones de especies de características mediterráneas y es más resistente a las invasiones provenientes del Mar Rojo.
Por unas horas me escapo del ambiente algo obsesivo de la campaña y consigo alcanzar una zona cercana de restos arqueológicos visibles a la vista del turista, llegamos a la antigua ciudad romana, más adelante a una media hora se encuentra una gran necrópolis y el soberbio hipódromo en el que inevitablemente las escenas de películas de romanos y en particular la famosa escena de Ben-Hur se nos revelan en la cinta de nuestra memoria. Perdido entre aquella selva de recuerdos petrificados me dejo llevar y comienzo mis elucubraciones acerca de la experiencia científica y humana de la que una vez más estamos formando parte. Tiro fue crucial en la colonización del Mediterráneo y fundó Cartago, viendo sin embargo el abandono secular de esta ciudad en nuestra época y el casi absoluto desdén que se palpa por los vestigios históricos, cabe pensar que el conflicto de oriente medio no lo puede explicar todo y que acaso la Suiza árabe fue tan solo un espejismo creado por la Francia colonial que promocionó a una élite sociocultural indefensa a las oleadas de tribalismo y fanatismo que vinieron posteriormente, una suerte de beduinismo urbanizado que afecta a todo el país. Observando el panorama de la región y después de leer atentamente a Sami Nair (Por qué se rebelan, un excelente ensayo que ofrece claves para entender la mentalidad de las masas árabes actuales) puede intuirse que la modernidad de pensamiento solo estuvo anclada en la élite pero nunca empapó a las clases trabajadoras como acontece en tantos otros países árabes, los lazos arcaicos envuelven a las antiguas ciudades estados de fenicia.
La inyección de capital proveniente de los hombres de negocios libaneses en la diáspora posiblemente habrá provocado también algo de ruido al panorama actual del país con unos contrastes difíciles de explicar. Nos da la sensación de que tan solo los imperios colonizadores antiguos y recientes impusieron paz en un territorio muy atomizado. Por eso en la ciudad griega y luego romana de Tiro florecieron las artes y las ciencias y los estudios filosóficos, históricos y jurídicos entre otros, por los mismos motivos que posteriormente, en época de dominación otomana y francesa, se desarrollaron importantes élites intelectuales. Después de los imperios coloniales, la guerra de todos contra todos se ha impuesto otra vez en la región.
De repente salto el murete para abandonar el recinto arqueológico visitable, siguiendo el extraño consejo del conserje que me vendió el ticket pues la puerta oficial estaba ya cerrada, y me encuentro de frente con la Yamaá Islamía del Lubnan (una especie de universidad para estudiar el libro sagrado de los musulmanes) y también con el bullicio callejero y la caída del sol. Los coches conducidos por tecnobárbaros toman las calles y el cableado de los edificios es infernal (harían que mi amigo Jóse Manuel Pérez Rivera se cortara las venas) golpeando con fiereza a la buena estética que solo se la encuentra en la correcta arquitectura colonial con aire modernista y en el señorío de las casas otomanas con sus amplios techos y balconadas que se reparten por el barrio cristiano. Al penetrar en sus calles vuelve una paz relativa, al contemplar algo de rehabilitación arquitectónica aparece un rayo de esperanza para el futuro de esta soberbia ciudad intemporal. Entro a contemplar la catedral de Sida Bharía o Nuestra Señora del Mar de Tiro con su inesperada cripta que conserva muro fenicio, una pila bautismal donde daría gusto bautizarse otra vez y además el espléndido manto azul que viste la virgen. Justo al lado se yergue un arzobispado maronita, un culto cristiano muy extendido como muestra la colección de pequeñas historias hagiográficas Les Sentiers de la Foi.
Otro día en el que el mar nos gastó una pequeña mala pasada, de esas que ocurren cuando no se presta toda la atención necesaria, volví como un marinero supersticioso de las novelas de Conrad a escuchar un rato de misa en árabe lo cual se lo aconsejo a todo cristiano de origen sea practicante o no y a todo aquel que no le tenga alergia a la religión. Todo esto me recuerda al excelente libro del británico William Dalrymple Desde el Monte Santo que es además de un relato de viajes culturales muy interesante un llamamiento a la comunidad cristiana internacional para qué tome conciencia del heroísmo resistente de la cristiandad oriental. No soy una persona religiosa, pero reconozco que visitar estos lugares exacerba mi mundo espiritual. En la estrecha callejuela que lleva a nuestro hotel un pequeño ciclomotor que porta ascuas para los innumerables narguiles que se ven por calles y playas me pasa rozando pero, afortunadamente, una casa modesta en enseres pero bien ventilada y con amplio patio floreado me devuelve la calma.
Sin duda, de los aspectos más relevantes en relación a la diversidad biológica en este viaje ha sido el hallazgo de una especie de coral solitario que vive de forma libre en el fondo a partir de los 80-100 metros de profundidad. Esta no es una cota que hayamos alcanzado con los equipos de buceo autónomo convencionales, así que la información nos ha venido de manera indirecta a través de nuestro buzo mientras limpiaba la hélice del barco. Como comprobamos más adelante, los pescadores limpian las redes que calan a mayores cotas batimétricas en zonas someras cercanas a la costa y allí quedan depositados los ejemplares de corales solitarios entre otros muchos restos de cascajo que extraen del fondo con las redes de pesca. El caso es que se parece bastante a los corales libres atlánticos que contribuyen con sus esqueletos a formar hábitats en los fondos sedimentarios. Estos corales atlánticos ya fueron estudiados por nosotros, mi colega y director de tesis doctoral por entonces Alberto Brito y un servidor, al describir la fauna de corales de la Macaronesia en Canarias y Madeira. Las especies del género Asterosmilia y otros similares de vida libre contribuyen significativamente a la formación de fondos detríticos y a su complejidad ecológica ya que su presencia y la de sus restos aumentan las posibilidades de nuevos microambientes para distintos grupos de especies. Ahora queda por estudiar el alcance de su distribución ecológica y de la importancia de sus poblaciones y de las especies asociadas a sus esqueletos y esto posiblemente sea una tarea que emprendan los investigadores libaneses de la institución oceanográfica en un breve periodo de tiempo. A nosotros nos queda describirlo y publicarlo.
En definitiva, el hallazgo del extraño coral y la exploración de las surgencias, un sistema de drenaje de agua de lo más original, constituido por ríos subterráneos que desembocan en el mar, a veces a varias millas de distancia, y forman unos paisajes únicos en el Mediterráneo oriental, han sido los aspectos naturales más destacables de la campaña de exploración.
Estos viajes científicos sirven para muchas cuestiones y una de ellas es planificar nuevas tareas y labores ilusionantes, todo esto va bullendo entre cerveza y cerveza libanesa pues el vino puedo asegurar, y creo que todos mis compañeros lo atestiguan, que es más bien seco y peleón. El caso es que fruto de ideas propias y ajenas, Alfonso está pensando hacer un libro con hábitats del Mediterráneo oriental y solicitar la financiación al RACSPA de Túnez. Se trata de una publicación novedosa pues poco se ha hecho en estos temas por esos lares. Por supuesto sería un libro y por tanto estaría fuera del sistema indexado de revistas científicas, que se fastidien los petulantes sin cultura para apreciar que lo importante es lo que se escribe y no dónde, qof, qof (es un grito de guerra del grupo de cruzados marinos que coincide curiosamente con el sonido de una letra del alfabeto fenicio pero que no conviene explicar sin el contexto oportuno). Y es que el mencionado Index es un sistema de referencias científicas al estilo capitalista agresivo que beneficia sobre todo a los dueños de las revistas. Al ser una inspiración elitista con la excusa de la calidad y la excelencia, atrae a los egos desbordados como la fruta pasada a las moscas. Algunos se toman el sistema comentado como un objetivo y son los más fanáticos y extremistas y se merecerían un premio Darwin a su tontería. Es un sistema algo incómodo pues está lleno de censores que imponen sus visiones sobre el criterio del propio autor y sobre todo es hidrófobo a la creatividad estética y al pensamiento especulativo. Sin embargo, hay excelentes revistas dentro del sistema al igual que fuera del mismo y por supuesto se publican birrias en ambos ámbitos. Personalmente, yo tengo publicado en diferentes revistas, indexadas y no, de todo como en botica, que me parece una producción más equilibrada y menos alienante, mis compañeros de viaje, que son mejores científicos que yo, en general, piensan también lo mismo aunque al estar sujetos a la promoción de sus carreras universitarias tienden a publicar sus artículos en el sistema indexado.
Estamos cenando por última vez en el restaurante de Tony en Tiro que para nosotros ha sido como el retiro del cruzado naturalista pues estaba bien atendido y con precios asequibles. Todo era un tanto extraño en el funcionamiento del restaurante, tanto como intentar explicar las realidades sociales que percibíamos, pues la comida la preparaba en la cocina de otro y era bien capaz de ofrecernos un plato de croquetas que no se habían comido los de la mesa de al lado. Era un tipo tan auténtico como las piedras de la muralla más antigua de Tiro y lo que hacía estaba guiado por su sentido común de no desperdiciar comida, lo cual puede ser bien aceptado por viajeros pero nos parece poco recomendado para ejercerlo con el normal turismo de masas. Sus manos de un tamaño formidable lo distinguían como antiguo pescador y yo pensé en uno de los marineros de Ulises en su periplo mediterráneo. Creo que es un tipo de personaje que hubiera agradado a Cervantes que realizó según el profesor Adrade una novela anclada firmemente en la gran tradición literaria de la antigüedad. Realmente, nos caía muy bien Tony y sabía cómo captar y retener a sus clientes así que nos enseñó una foto con dos militares españoles destacados en misiones de paz; diría que lo preferíamos por su ambiente recoleto por delante incluso que la opulenta comida del hotelazo donde tuvo lugar una comida final y recepción oficial de la campaña con el alcalde de la ciudad y la directora general de Medioambiente del gobierno libanés. Carlos y yo estuvimos visitando el Museo Nacional del Líbano donde visualizamos un emotivo documental de cómo habían conservado las esculturas y demás restos arqueológicos durante el periodo bélico más duro (digo esto porque las calles que circundaban el museo están en los días de nuestra visita tomadas por militares bien armados y protegidos por acúmulos de sacos) y pudimos contemplar el sarcófago del rey Hagiram y su valiosa inscripción en alfabeto fenicio al igual que un famoso coloso de estilo egipcio tallado en piedra. Nos cruzamos con dos turistas en todo el tiempo que duró el recorrido, algo muy agradable si te gusta viajar y disfrutar sin las molestias de las aglomeraciones. En la bien surtida tienda del museo adquirimos algunos libros históricos, sobre arte y una reproducción de una terracota de macacos a la que no me pude resistir dada mi afición al género en mis constantes correrías rifeñas y todavía tuvimos tiempo de compartir algo de charla con las simpáticas libanesas de la tienda que quedaron algo sorprendidas de que un occidental les hablase en árabe. Ahora que estamos terminando la campaña queremos más y nos preguntamos ya con la nostalgia de percibir el final de la actual dónde será la siguiente. Alfonso, también conocido como el gran maestre para su grupo de compañeros incondicionales, está trabajando y coordinando todo lo necesario para la realización del informe técnico pertinente que dé cumplimiento al compromiso adquirido con el RACSPA, la IUCN y con las instituciones libanesas. Hay alguna posibilidad de participar en alguna campaña en Egipto así que estamos dispuestos y deseosos de volver a salir de cruzada.
Estuvimos instalados en un hotel muy particular con aire de pensión antigua pero con unos espacios comunes formidables y con valor patrimonial e histórico en algunas zonas, un ambiente de amplitud agradable incluso literario y artístico se respiraba. La terraza del restaurante lindaba con el mar y la sensación de plenitud después de la dura jornada de buceo y barco no la estropeaban ni el deficiente servicio de los camarero. Desde el balcón de mi habitación veo el mar a la izquierda y un amplio patio a la derecha repleto de parras, higueras, un pequeño huertecito con hierbas aromáticas y un faro en desuso. De madrugada los pescadores a bordo de sus flucas salen a pescar, al fondo los islotes de Tiro, lo sensual lo embriaga todo, así es el Mediterráneo oriental.