Un hombre resultó ayer condenado en la Sala de lo Penal número Dos por la comisión de un delito de estafa a tres meses de cárcel, toda vez que reconociera los hechos, admitiera el cargo penal y aceptara en último término la pena solicitada por el Ministerio Fiscal.
No obstante, y dado que se daban los condicionantes penales para ello, el hombre no pasará los tres meses impuestos en la cárcel al quedar suspendida la pena.
Queda probado por tanto que el condenado, en calidad de dueño de una empresa con sede en Barcelona ofertara un recambio de motor por valor de 450 euros sin que finalmente enviara el artículo en cuestión pero sí se quedara con el dinero abonado por la víctima, un ceutí residente en la ciudad, a donde debía llegar el envío acordado por los cauces normales.