Que se vaya a presentar un Plan de Sostenibilidad a diez años vista y que será discutido la semana que viene en el pleno de la Asamblea donde se incluirá el compromiso de no solicitar más préstamos a largo plazo por parte del Gobierno, no significa desde luego que se vaya a variar uno de los principales pilares de la política que ha llevado el presidente Vivas a lo largo de los últimos once años. Estamos hablando de la inversión, que continuará siendo un baluarte junto a la continuidad en el sostenimiento de los servicios públicos esenciales y en la preocupación por los servicios sociales.
Pues bien, la inversión continuará, pero variará de formulación. Ya no se basará en los créditos a largo plazo con las entidades bancarias, sino que se aprovecharán los superavits de las diferentes anualidades. Según los cálculos que se han realizado por parte de los técnicos de la Consejería de Hacienda y Recursos Humanos, los presupuestos pueden arrojar cada año un mínimo de unos veinte millones de euros, siempre que se mantenga el escenario sobre el que han sido calculados.
Recordemos que tal y como manifestó el consejero de Fomento y portavoz del equipo de gobierno, Guillermo Martínez, en la rueda de prensa del pasado miércoles, donde informó de los detalles del Plan de pagos a proveedores, por un lado y de algunas líneas del Plan de Sostenibilidad a diez años vista, incluyó que los escenarios que habían servido de base para el cálculo habían sido los de ingresos en los años 2009 y 2010, en momentos de grave crisis económica.
Por supuesto, que no se va a llegar a las cifras que se han estado manejando durante los mejores años de la década de 2000, donde incluso en la legislatura entre 2007 y 2011, la Ciudad Autónoma de Ceuta había invertido en obras por encima de los doscientos millones de euros, pero se entiende que es una cifra muy digna para acometer los proyectos que ahora mismo están encima de la mesa para la presente legislatura y los que se definan para años posteriores. Además, junto a ello se irá pagando la deuda financiera que se tiene con las entidades bancarias y para el año 2020 se llegará a unas cifras totalmente factibles. Todo ese esfuerzo irá en abonar las cantidades que están pactadas desde que se aprobaron los créditos por parte de las mencionadas entidades.