El armador sufraga los costes del viaje, pero el pago de los salarios que les adeuda se gestionará con ITF cuando lleguen a su país.
El barco con bandera de Ghana y tripulación de la misma nacionalidad abandonada a su suerte por el armador, zarpará del Puerto de Ceuta con sus ocho marineros a bordo en cuanto reciba combustible y agua para la travesía, informó ayer Samuel Wallendoff, primer oficial del buque Frida. Tanto los ghaneses como José Manuel Ortega, inspector de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte –ITF en sus siglas en inglés–, coincidieron en que, si el avituallamiento y el reposaje se desarrolla según lo previsto, partirán a su país en las próximas 48 horas.
Aunque Benny Whaley, dueño de la nave, ha sufragado los costes del suministro necesario para que puedan emprender el viaje, los habitantes del Frida regresarán a casa sin cobrar los salarios que el armador les adeuda.
No obstante, Ortega mantiene contactos con la ITF en Ghana para que gestionen el pago en Tema, ciudad de la costa Atlántica de África, donde los tripulantes residen. El periplo tendrá una duración de 20 días aproximadamente y aseguraron que irán directos y en ningún caso tocarán tierra hasta que alcancen esta nación africana después de la experiencia que les llevó a anclar en la Bahía Norte de Ceuta durante seis meses hasta que fueron refugiados por la Autoridad Portuaria atendiendo a razones humanitarias, técnicas y de seguridad.
Emmanuel. W. Gumah, capitán del barco, Wallendoff, Nataliel, Patrick, Manuel, Ibrahim, Aizin y Yosue confían en que hoy sean trasladados al Muelle de la Puntilla donde repostarán.
Whaley, el armador, debe a la tripulación 107.500 dólares que se distribuyen entre los ocho marineros en distintas cantidades en función del rango de cada uno.
A los seis meses que pasaron en Benítez, se suma el mes atracado en la intersección entre Dato y la primera alineación del dique de Poniente, donde estuvo el ballenero Globe. Durante este tiempo, el dinero a percibir por los ghaneses ha aumentado hasta alcanzar esa cantidad.
El periplo de los ocho marineros comienza en octubre de 2012 tras completar su trabajo para la empresa Fugro. Desde agosto de ese año, el Frida fue uno de los barcos que escoltó al buque Geo Pacific en Senegal, preparado para estudios sísmicos en el mar de empresas petroleras y gasistas con el fin de poder realizar prospecciones con garantías.
Concluída su labor, el armador le comunicó que navegara en dirección norte donde se encontraría con otra embarcación que le proporcionaría los suministros que necesitaba. Sin embargo, en el último momento, relató el primer oficial, recibieron un mensaje de Whaley en el que les instaba a desplazarse hasta Las Palmas de Gran Canaria.
Una vez repostaron, el armador dio nuevas instrucciones: tenían que continuar su viaje hasta Ceuta donde la tripulación recibió formación y recogió un equipo para intervenir en caso de derrame de combustible, señaló Wallendoff, quien recordó que la empresa que impartió el curso fue la empresa EcoCeuta.
Su incursión en la ciudad autónoma, que pensaron que duraría solo cinco días, continúa en la actualidad.
Durante el tiempo que permanecieron en las inmediaciones de Benítez, recibieron la ayuda de Cruz Roja, la cual continuó durante su estancia en Ceuta. ITF y otras asociaciones también apoyaron a la tripulación del Frida.
Ingresado un adelanto
“Los primeros 250 euros que hemos recibido, los enviamos a nuestras familias”
Los tripulantes del Frida, el barco ghanés abandonado, añoran a sus familias, a las que no ven desde hace diez meses, una de sus principales preocupaciones durante el tiempo que han pasado lejos de sus hogares. “Los primeros 250 euros que hemos recibido, se lo enviamos a nuestras familias”, aseguró Samuel Wallendoff, primer oficial del buque, quien tiene mujer e hijos en Ghana, al igual que la mayoría de compañeros con los que comparte el drama de quedar abandonados por su armador, una práctica que se repite en diversos puertos.