Bajo la ponencia titulada ‘Desigualdades socioeducativas y fracaso escolar en Ceuta’, el educador de la Ciudad Autónoma de Ceuta, doctorando de la facultad de Sociología de la universidad de Granada e investigador social, José Cantón Gálvez, disertó ayer sobre una de las grandes preocupaciones globales en los tiempos actuales: ¿El fracaso escolar es causa de las desigualdades sociales?
“Ésa es una de las preguntas que me planteo en mi estudio”, reflexiona el experto, “y después de analizar la población ceutí, los colegios de la Ciudad, tanto públicos como privados, y después de investigar la evolución del fracaso escolar en los últimos años, la incidencia en las distintas barriadas, detallar las causas que originaron esta lacra en un ámbito sociocultural europeo, plantear cuestiones a 284 familiares de alumnos con malos resultados escolares e incluso a 639 de estos chicos, mayoritariamente matriculados en tercero y cuarto de Educación Secundaria Obligatoria, ESO, he llegado a una conclusión que supone una alerta para la sociedad en general y para los responsables de cultura de los países en particularl”.
Los resultados que ayer expuso Cantón Gálvez durante el transcurso de la penúltima jornada de la I Jornada sobre fracaso escolar en Ceuta, organizada por el Instituto de Estudios Ceutíes, IEC, “arrojan la evidencia de que sí que existe relación entre el fracaso escolar y los malos resultados académicos con el origen de la familia, el contexto de la misma, el estatus socioeconómico de la familia, la relación existente entre alumno con el propio centro escolar o la adaptación que el alumno tenga al colegio, a sus compañeros o a los profesores y al entorno educativo”, defendió, “todos ellos aspectos que pueden inferir, siendo causa o consecuencia de malos resultados académicos y de frustración social y personal”.
Asimismo, el experto en la materia aseguró que “para paliar la tendencia negativa de los últimos años, que aumenta además curso por curso, sería necesario cambiar el concepto de educación y que las administraciones racionalizaran los recursos existentes válidos en pos de sacarles el máximo rendimiento posible”. No obstante, Cantón Gálvez reconoció que la tarea de enderezar el rumbo “daría frutos al cabo de unos años desde que un nuevo modelo educativo se pusiera en marcha”.