Momentos antes de que fuera a celebrarse el entierro del cuerpo que fue encontrado por la Salvamar Gadir el pasado domingo cerca de Benzú se dio orden de su suspensión al personarse un vecino de Beliones para declarar que podía tratarse de su hijo, un joven de esta localidad fronteriza. Esta novedad provocó la suspensión del acto hasta que se determine si finalmente puede tener lugar el entierro con una identificación previa. En esos trámites se está ahora. Se cuenta con la denuncia de este hombre, que echa en falta a su hijo desde hace al menos diez días, tiempo que se corresponde, según la autopsia practicada, con el que lleva muerto el varón hallado el domingo. La edad del desaparecido también cuadra con la que, se estima, tiene el cadáver encontrado, que fue encontrado vestido tan sólo con ropa interior y unas zapatillas, que el denunciante cree que pudieran ser de su hijo.
Es la autoridad judicial la que deberá dictaminar ahora el entierro, que tendrá que llevarse a cabo en las próximas horas. Para confirmar oficialmente que el cuerpo del varón es el del hijo cuya desaparición fue denunciada por este marroquí habría que realizar las pruebas de ADN y esperar sus resultados aunque el entierro tendrá que ser practicado antes.
La difusión de esta noticia ha permitido que al otro lado de la frontera se tenga conocimiento del hallazgo para intentar, así, cerrar la historia con todos los datos. Algo que no siempre se consigue, de ahí la ristra de entierros que se han tenido que llevar a cabo sin conseguir la identificación ni poder informar a las familias respectivas de los sucesos ocurridos. Precisamente la UCIDCE solicitaba hace unas semanas la habilitación de protocolos que ayuden a mejorar estas identificaciones.
Es la autoridad judicial la que deberá dictaminar ahora el entierro, que tendrá que llevarse a cabo en las próximas horas. Para confirmar oficialmente que el cuerpo del varón es el del hijo cuya desaparición fue denunciada por este marroquí habría que realizar las pruebas de ADN y esperar sus resultados aunque el entierro tendrá que ser practicado antes.
La difusión de esta noticia ha permitido que al otro lado de la frontera se tenga conocimiento del hallazgo para intentar, así, cerrar la historia con todos los datos. Algo que no siempre se consigue, de ahí la ristra de entierros que se han tenido que llevar a cabo sin conseguir la identificación ni poder informar a las familias respectivas de los sucesos ocurridos. Precisamente la UCIDCE solicitaba hace unas semanas la habilitación de protocolos que ayuden a mejorar estas identificaciones.