Los reconocimientos periódicos efectuados por los servicios de odontología militares “han demostrado su contribución” a la obtención de “unos niveles altos” de salud bucodental entre los soldados de Ceuta hasta el punto de obtener “unos índices mejores que los encontrados en el resto de la población local y nacional de ese tramo etario”, pero a la Odontología Militar “le queda mucho trabajo por hacer para conseguir reducir al máximo la prevalencia de las urgencias dentales en Zona de Operaciones”.
Esa es una de las conclusiones de la tesis doctoral ‘Estado bucodental y necesidades de tratamiento de una población militar de la base Teniente Ruiz en Ceuta’ que, firmada por Alejandro Bel, acaba de publicar la Universidad de Salamanca.
La muestra poblacional estudiada la componen 691 militares destinados en diferentes unidades del Ejército de Tierra que conforman la Base Discontinua Teniente Ruiz, estando constituido el universo por un total aproximado de 2.800 efectivos.
Según el autor, a pesar de que más de la mitad de la muestra “nunca” recibió instrucciones de higiene oral por parte de profesionales especializados, “todos conocen el cepillo, el colutorio y la seda dental”.
El uso del cepillo y del colutorio está “muy extendido”, aunque no “el de la seda dental y otros métodos complementarios de higiene oral”, por lo que Bel concluye que “es preciso elaborar campañas informativas para potenciar el conocimiento y las técnicas de uso de estos métodos haciendo hincapié en la importancia que tiene la salud oral para el mantenimiento de su capacidad operativa”.
De hecho, la caries “se constituye como factor determinante en la pérdida de aptitud militar”, por lo que ve conveniente “ aplicar medidas de prevención secundaria en el territorio nacional para disminuir la prevalencia de emergencias dentales en Zona de Operaciones”. “El odontólogo militar”, advierte la tesis, “debe ser consciente de ello y esforzarse en conocer los problemas de salud de los militares bajo su responsabilidad, adaptando sus actividades a la resolución de los mismos, manteniendo un constante control del estado de la salud dental, y potenciando los programas preventivos, confeccionados a medida, dirigidos a su población diana”.
La prevalencia de caries entre los soldados estudiados es del 93,7%, más alta entre la tropa, pero “los militares de Ceuta presentan un estado periodontal aceptable”.
Tras la investigación, el autor concluye que “tienen necesidades de tratamiento básicos (instrucciones de higiene oral y tartrectomías principalmente)”, pero “los índices periodontales de esta población militar son mejores que los de la población general y local para sus rangos etarios”.
La prevalencia de caries entre los casi 700 soldados estudiados roza el 94%
Un 15,63% presenta, al menos, “un signo de patología articular” y se encontró “una baja prevalencia de lesiones en mucosas (3,47%), siendo las de origen traumático las más frecuentes”. La patología eruptiva también es “un problema con baja prevalencia” (1,3%).
“Un historial de sintomatología previa aumenta la posibilidad de padecer emergencias dentales por este motivo, por lo que resulta conveniente valorar la posibilidad de realizar las extracciones de los cordales semiincluidos al personal desplegable antes de su despliegue con la finalidad de reducir estas asistencias de urgencia en zona de operaciones”, estima Bel, que también apuesta por “potenciar la formación del odontólogo militar en el área de la cirugía oral”.
Para terminar, la tesis advierte que “a pesar de que la muestra refleja un alto índice de asistencia dental, las necesidades de tratamiento son elevadas, principalmente en el área de la odontología preventiva y restauradora”.
Por ello aboga por “orientar las carteras de los servicios de odontología en territorio nacional hacia este tipo de tratamientos.
La tropa es “la que mayor necesidad de prótesis presenta”, factor que se incrementa con la edad.