La covid-19 puso freno al aumento progresivo de la esperanza de vida al nacer en España, y también en Ceuta, y la redujo en 2020 a 82,2 años (79,5 en hombres y 85 en mujeres), lo que supone 1,5 años menos que el año anterior, siendo Madrid la que más acusó el descenso, al contrario que Canarias.
En lo que se refiere a Ceuta y Melilla, las ciudades autónomas experimentaron un descenso de 2019 a 2020 de 1,8 años, situándose una vez más como los territorios de España con una menor esperanza de vida al nacer. Concretamente, esta se sitúa en 79,6 años. Un dato que, en la comparativa respecto a hace 15 años (es decir, con respecto a 2006) sí ha sufrido un incremento de 1,2 años que se ha visto muy afectado por el dato antes señalado a causa de la pandemia.
Informe oficial del Ministerio de Sanidad
Así consta en el informe anual del Ministerio de Sanidad sobre "Esperanzas de vida en España", que analiza la evolución de los datos desde 2006 a 2020 y que confirma a nuestro país como uno de los que mayores cifras refleja a pesar del zarpazo que dio el primer año de la pandemia.
Hasta ese año, la evolución de la esperanza de vida fue favorable, de modo que de 2006 a 2019 aumentó 2,8 años (3,2 en hombres y 2,2 en mujeres); a partir de ahí, ha descendido 1,5 años (1,4 años en hombres y 1,5 años en mujeres) y se ha situado en los 82,2 años (79,5 hombres y 85 mujeres).
El impacto de la covid fue mayor en la primera ola que en la segunda: La esperanza de vida al nacer en el primer semestre y en el segundo semestre disminuyó 1,6 y 1,3 años, respectivamente, con respecto a los mismos semestres de 2019.
Misma tónica en todo el país
Dicha evolución se ha constatado no solo en hombres y mujeres, también en todas las comunidades, aunque es Madrid la que sufrió una mayor caída (de hasta 3,6 años hasta los 82,1), mientras que en Canarias tan solo descendió 0,1 años y llegó a los 83,3 años.
Antes de que estallara la pandemia, la diferencia en la esperanza de vida al nacer entre mujeres y hombres era de 5,7 años, casi un año menos que en 2006 (cuando era de 6,6); esa brecha se estrechó aún más en 2020 hasta los 5,5 años.
Mientras, la esperanza de vida a los 65 años también cayó 1,5 años, de manera que se situó en 20,4 años (18,3 en hombres y 22,8 en mujeres), lo que frenó el incremento experimentado de 2006 a 2019, cuando creció 1,9 años.
La bajada fue similar en hombres (1,4) y en mujeres (1,5), aunque la diferencia entre ambos sexos se mantuvo estable en los 4 años; por comunidades autónomas, osciló entre los 18,6 de Ceuta y Melilla a los 21,9 de Galicia.
Mientras, los años de vida saludable al nacer alcanzaron en 2020 los 78,7 (76,8 en hombres y 80,6 en mujeres), lo que supone un 95,7 % de los años de esperanza de vida vividos sin limitación.
De nuevo, desde 2006 hasta 2019 se había producido un incremento de 2,6 años (3,5 en hombres y 1,7 en mujeres), pero en 2020 descendieron 1,2 años (1,2 en hombres y 1,1 en mujeres). Por el contrario se mantuvieron los años que las mujeres esperaban vivir más que los hombres desde el nacimiento, 3,8 años.
A los 65 años fue de 17,9 (16,6 en hombres y 19,1 en mujeres), lo que representa el 88 %, aunque supone 1,2 años menos de vida saludable a esta edad que un año antes. Lo que las mujeres esperaban de vida más saludable que los hombres continuó siendo 2,5 años, diferencia muy similar a la de 2019.
Encierro y mascarillas, otros 2. Se llama bronquiolitis.