Después de 47 años de duro trabajo en Trasmediterránea, luego Acciona y ahora Armas, Francisco Antonio Galván empieza una nueva etapa en su vida. Casi cinco décadas garantizando que Ceuta permanece conectada con la Península por vía marítima y, en los últimos ocho años, dedicado a los trabajadores que lo hacen posible, de quienes ha sido delegado.
Su familia, compañeros y amigos han querido celebrar este momento tan especial y, por eso, le han organizado una fiesta de jubilación en el Santuario este sábado. Una velada para compartir, recordar anécdotas y celebrar que Galván sale por la puerta grande, con la cabeza muy alta y atesorando una dilatada trayectoria profesional.
Los suyos no pueden estar más orgullosos de él: del esposo, el padre y el yayo que ha construido una familia que crece. Los mismos que, ahora que Francisco Galván pasa 'a la reserva', han querido homenajearle: “Te queremos mucho. Tu esposa, hijos y nietos”.