{jaimage crop="TC" /}El Señor camina entre los fieles. La Pollinica conmemora así el XXV Aniversario de su bendición dentro del calendario de actos. No sabe cuándo se volverá a ver la Imagen sin la borriquita, “si es que esa circunstancia se repite”. En definitiva, una noche inolvidable.
Llegó el esperado día por todos los pollinicos y por el conjunto de la sociedad ceutí. Con una puntualidad exquisita, el Dulce Nombre de Jesús partió de la Santa Iglesia Catedral a las 20.30 horas para procesionar por las calles de la ciudad autónoma. Los fieles pudieron contemplar ayer, por primera vez desde hace 25 años, a esta excepcional Imagen del Señor de pie y sobre un paisaje urbano que cada año visita a lomos de la borriquita.
La Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Nazarenos del Dulce Nombre de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, Nuestro Padre y Señor de la Sangre Orando en el Huerto, Madre de Dios de La Palma y San Juan Evangelista, conmemoró así el XXV Aniversario de Nuestros Titulares, punto álgido del calendario de actos que comenzó en 2012.
Entre el elevado número de ciudadanos presentes, muchos fueron quienes quisieron inmortalizar una estampa que, explicaron desde La Pollinica, “sólo el tiempo será capaz de descifrar cuándo será la próxima vez que veremos al Dulce Nombre sin la borriquita, si es que esa circunstancia vuelve a producirse”.
Una demostración de que las tradiciones no están reñidas con las nuevas tecnologías estuvo en los devotos congregados para presenciar esta Procesión Extraordinaria que recuperó el “recuerdo de los primeros años de la imagen en nuestra ciudad”. La pantallas táctiles de teléfonos móviles y tabletas se alzaron ante el Cristo que avanzó grandioso por la calle Jáudenes; a continuación por Alcalde Vitori Gonalons; después por Paseo de Colón; Padilla; Revellín, Plaza de la Constitución; Paseo de Las Palmeras; Puente del Cristo; Jardines de la Argentina; Avenida de España; y Avenida de Otero hasta su recogida en la Iglesia de Manzanera, donde descansa.
Por un momento, el itinerario establecido para la procesión hasta la Capilla de Madre de Dios de La Palma y San Bernabé, en la barriada de Manzanera, revivió la emoción de la Semana Santa. Los inciensarios recuperaron los aromas de la conmemoración anual cristiana. Ni el vendedor de pirulíes se perdió este acontecimiento que reunió a representantes de otras hermandades y cofradías, entre los que se encontraba Juan Carlos Aznar, presidente del Consejo que las engloba.
El Señor procesión sobre el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Hermandad del Encuentro. También para la ocasión, la Hermandad del Rocío cedió los candelabros de guardabrisas de la carreta, para que iluminasen al Señor en su camino por las calles ceutíes.
El Señor estrenó túnica blanca lisa, donada por un hermano y un mantolín de terciopelo burdeos que está siendo bordado en oro por los hermanos Antonio Gallardo y Jesús Gonzalez, siguiendo un diseño de este último. Éste consta de elementos claramente relacionados con la Hermandad al contar con palmas (recordando a la Entrada de Jesús en Jerusalén y al Santo Nombre de Nuestra Titular) y con espigas y olivo (en alusión al carácter sacramental de la Cofradía).
Si estos elementos acentuaron la solemnidad de la Imagen y la dotaron de mayor grandiosidad si cabe, la luz del atardecer africano –como apuntó en su colaboración Miguel Ángel Villodres Morales– y el fervor de los ciudadanos que confesaron vivir una noche “inolvidable” hizo el resto.
La magnificencia de los sones de la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista, de la Hermandad de la Esperanza de Triana, de Sevilla, acompañó al Señor en su recorrido, música que fue muy aplaudida por los asistentes. También recibieron muchos aplausos los costaleros, a quienes el capataz animaba a elevar al Dulce Nombre de Jesús al impresionante cielo de septiembre con un “¡sois gente buena, abrid los corazones!”.
Eusebio Belmonte, Hermano Mayor de La Pollinica y en representación del resto de hermanos, manifestó su ilusión por un hecho que pasará a la historia de las Cofradías y Hermandades de la ciudad autónoma. “Estamos muy satisfechos porque los ceutíes pueden disfrutar en sus calles del Dulce Nombre de Jesús en pie”, indicó el máximo representante de La Pollinica.
Cuando la Hermandad encargó la nueva talla del Cristo para el Misterio de la Entrada en Jerusalén, lo hace con la lógica intención de que recibiera culto diario en la Iglesia de África, donde residía entonces la corporación. Diversas circunstancias no permitían que el Señor pudiera presentarse a sus devotos a lomos de la borriquita más que el Domingo de Ramos, por lo que hubo de encargarse una imagen con la posibilidad de poder recibir culto de las dos formas: a lomos de la borriquita el Domingo de Ramos y de pié el resto del año.
Y así, tanto en la Iglesia de África como en la Santa Iglesia Catedral, donde permanecieron un tiempo las imágenes de la Hermandad mientras finalizaban las obras de la Capilla de Manzanera, el Señor recibió culto diario de pié hasta que en 1993, tras el Domingo de Ramos, las imágenes fueron trasladadas definitivamente hasta la nueva Capilla, decidiéndose en ese momento, que a partir de entonces, el Señor permanecería todo el año a lomos de la borriquita.
Con estos antecedentes, la actual Junta de Gobierno decidió que las bodas de plata de su bendición eran un buen motivo para recuperar la estampa que ofrecía el Señor en sus primeros años con los ceutíes. Una vez finalizada la procesión, el Señor permanecerá una semana de pié, hasta el Besamanos Extraordinario del próximo día 28.
El programa de actos culmina este mes de septiembre con el Pregón del XXV Aniversario que ofrecerá N. H. Miguel Ángel Villodres, el próximo sábado.
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