Lo ocurrido en Benzú este pasado sábado es otro trágico y triste suceso más en el drama de la migración. Un fallecido más de una larga lista que en poco tiempo pasará al olvido, pues estamos anestesiados ante éste tema por eso me pregunto ¿Le importa a alguien? ¿Hay solución? ¿La vida humana importa tan poco? Me rebelo ante esto. No puede ser que una vida no importe a nadie y no se haga nada por evitarlo.
Vienen a Europa engañados por mafias con la promesa de vivir una vida mejor y se encuentran (excepto algunos casos que les va bien) un mundo de miseria, racismo y dolor, pero no se rinden y siguen cada día luchando con una sonrisa para conseguir un buen futuro para ellos y para poder traer a sus familias.
La desesperación debe de ser tan grande en sus países de origen que vienen aquí pensando que esto es la panacea, el paraíso en la tierra y nada más lejos de la realidad como decía anteriormente. Les vemos por las calles vendiendo kleenex, camisetas de fútbol, bolsos, etc., pasando calor, frío, mojándose o corriendo cuando llega la policía local y además lo vemos cómo una parte más del paisaje urbano: ni nos afecta, me atrevo a decir que no nos llama ni la atención y no entiendo cómo puede pasar ésto, cómo no nos hace rebelarnos e intentar hacer comprender a las personas competentes que no queremos esto, que no podemos permitirlo, que debemos sentir empatía ante estas personas pero tengo claro que eso es una auténtica utopía.
Países subsaharianos, Marruecos, España, la Unión Europa, todos mirando hacia otro lado o la culpa es siempre de los demás. La desidia es tal que resulta vergonzoso a veces pensar que formas parte de esto pero sí que formamos parte de esto y somos cómplices de lo que ocurre. Mirar hacia un lado o preguntarnos ¿Yo que puedo hacer? no debe ser una opción -o al menos no debería de serlo- y menos una excusa. La excusa es cosa de los gobernantes que no hacen nada. No nos debería hacernos sentir mejor y me incluyo porque yo también soy muy crítico con los demás y poco o nada conmigo mismo y no debería ser así.
Despertemos ante la injusticia, ante el drama, ante la muerte de estas personas, porque son personas: no lo olvidemos nunca. Su vida vale igual que la nuestra aunque no lo parezca. Espero que alguien me haya leído y seguro que se ha sentido parte de lo que he escrito, que siente que podría hacer más y no lo hace por lo que no debería de quedar sólo en palabras o pensamientos sino en algo más. No nos conformemos, cada vida cuenta.
Aún no tenemos esa conciencia social por encima de credos, culturas y orígenes sociales.
Hay una degradación social en esta ciudad que impide sentir el drama de los demás y que los problemas que aquejan a otros pueblos, es un asunto que nos atañe a todos.
Los unicos culpables son las multinacionales , tienen poder sobre los politicos en general entre ellos los dictadores, expolian las riquezas y crean guerras para vender armas, la opinion publica en general no tienen poder aun manifestandose.