Tras el traslado a la península de otras nueve personas, la comunidad ronda la cincuentena. El goteo de sirios que consiguen acceder a la ciudad autónoma a través de la frontera del Tarajal es incesante. Dos familias lograron ayer atravesar el paso sin ser descubiertos por los cuerpos y fuerzas de seguridad tanto del país vecino como de España.
Ambos matrimonios estaban acompañados por un total de siete niños, los descendientes de sendas relaciones, es decir, que entraron de forma irregular en Ceuta 11 personas.
El grupo recurrió a pasaportes marroquíes para superar los controles, un método descrito por otros compatriotas que ya se encuentran en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), lo cual apunta a mafias que se dedican a este tipo de pases aprovechando el momento más oportuno para introducir a las personas de esta nacionalidad, con quienes guardan rasgos físicos similares que permite que pasen desapercibidos.
Después del traslado a la península de dos familias, de cinco y cuatro miembros respectivamente, además de la llegada de tres sirios en semanas anteriores así como las incorporaciones de ayer, esta comunidad de Oriente Próximo ronda las 50 personas.
Estos inmigrantes, obligados a abandonar Siria por la guerra civil que azota su país, tienen mayor disponibilidad económica, así que pueden abonar los entre 1.000 y 1.500 euros por persona que cobran las mafias para facilitar las entradas en vehículos y con documentación falsa, como ocurrió con la última pareja de este origen en pisar suelo ceutí.
Como publicó este periódico la semana pasada, el número de ciudadanos sirios que permanecerían asentados en la vecina localidad de Fnideq-Castillejos oscilaría “entre 130 y 150 personas, aunque es muy difícil dar una cifra exacta”, según las fuentes consultadas por El Faro.
El grupo que permanece en las instalaciones del Jaral se mantiene a la espera de que se cumplan los plazos de la Administración y sean autorizados para cruzar el Estrecho Los compatriotas que consiguieron su objetivo ingresaron ayer en las instalaciones del Jaral.