Un estudio realizado con familias de Ceuta que tengan a su cargo personas con discapacidad concluye que su calidad de vida está en un nivel medio o bajo de satisfacción debido a la carencia de recursos disponibles y a una “insuficiente” red de apoyo. Así, el trabajo incide en que existen una serie de necesidades que se encuentran en valores “inferiores a los deseables”: accesibilidad, locomoción, recursos técnicos y económicos, actividades de ocio, integración social, formación y orientación laboral.
‘Discapacidad y familia en contextos multiculturales. Un estudio sobre la realidad en la ciudad autónoma de Ceuta’ es el nombre del trabajo, realizado por la profesora de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Educación de la Universidad de Granada (UGR) en Ceuta, la doctora en Ciencias de la Educación Rocío Salcedo López y el profesor titular de la UGR, Francisco Díaz Rosas. Dicho estudio está publicado en el número 33 de la ‘Revista Interuniversitaria de Pedagogía Social’, una publicación científica semestral editada por la Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social.
El propósito de este estudio es identificar, analizar y describir las necesidades de las personas con discapacidad para mejorar su calidad de vida y bienestar, tanto de los que tienen alguna condición física o mental como de su círculo familiar. Para ello, los investigadores contaron con testimonios de 202 familias (de las que el 57,4 por ciento son cristianas y 42,6 por ciento musulmanas) que participan en la vida de diferentes asociaciones de discapacidad de Ceuta.
Mediante encuestas y entrevistas, el estudio ha buscado medir las actitudes de las familias hacia la discapacidad, usando para ello la Escala de Calidad de Vida Familiar Salamanca, un cuestionario que recoge todos datos sobre el entorno de la persona con discapacidad: información sociodemográfica (género, hermanos, salario, lugar de residencia), información sobre la discapacidad (servicio que precisa, nivel, naturaleza, estudios), apoyos y servicios a la familia y calidad de vida (satisfacción personal, interacciones, seguridad y salud, percepciones, etcétera).
Resultados
Tras recoger las respuestas de las personas con discapacidad y sus familiares, los investigadores reunieron los resultados en 12 variables analizadas por separado: percepción de la discapacidad, red de apoyo, demanda de recursos, respiro y ocio, sexo del hijo con discapacidad y opinión de los cuidadores, tipo de asociación a la que pertenece y opinión de los cuidadores, cultura y confesión religiosa, grado de discapacidad, edad del cuidador, situación laboral del cuidador, nivel educativo del cuidador y una última pregunta abierta sobre logros y motivos de orgullo.
En lo que respecta a la creencia religiosa, los resultados del estudio indican que la asunción de la discapacidad está condicionada por la cultura o credo de la familia. Así, indican que los musulmanes cuentan con menos ayudas de familiares y amigos y que los padres y madres de estos hijos con discapacidad muestran preocupaciones desde un punto de vista religioso y existencial.
En las conclusiones del estudio, los investigadores reflejan que algunas familias “tienden a no asumir plenamente la discapacidad de sus hijos”, lo que puede comprometer algunos resultados del trabajo científico y por tanto la calidad de vida de los afectados. Asimismo, otro problema identificado es que algunos encuestados carecen de dominio suficiente de la lengua española y no cuentan con intérpretes.
El estudio publicado señala una vía interesante para continuar con esta investigación que, según indican, puede centrarse en la evaluación y mejora del estado psicológico de los familiares. “Sospechamos que dicho estado mejora en la medida que dispongan de un mayor tiempo de respiro y ocio […], que acerquen a estas personas a más actividades lúdicas que pueden padecer altos niveles de estrés, ansiedad y depresión”, comentan.
El día en que los mandatarios se den cuenta de la imprescindible necesidad de contar con intérpretes en todos los servicios públicos en una ciudad como Ceuta, donde reina la interculturalidad, todos lo agradeceremos. Hasta entonces, "no tenemos dinero".