Seis personas han sido detenidas por la Guardia Civil por introducir droga usando drones en cuatro prisiones del país. La organización, desarticulada por la Guardia Civil, es de Ceuta y extrapolaron esta forma de actuar de unas prácticas que comenzaron a estilarse en nuestra ciudad.
A los detenidos se les relaciona con una organización criminal y se les asocia con la introducción de hachís en las prisiones de Albolote (Granada), Dueñas (Palencia), Villanubla (Valladolid) y Córdoba.
El instituto armado ha informado de que la organización desarticulada, originaria de Ceuta, disponía de un grupo itinerante, que partía de Algeciras (Cádiz) y que se desplazaba por el territorio nacional para introducir la droga mediante drones operados por un especialista.
Los drones eran adaptados para el transporte de distintos objetos y volaban en horario nocturno sobre los distintos centros penitenciarios. Así, eran manipulados para evitar que emitiesen cualquier tipo de iluminación y eran provistos de una cuerda y un sedal transparentes atados a su carcasa, de donde pendían los objetos que introducían.
Celdas previamente localizadas
Los vuelos nocturnos se dirigían a las ventanas de las celdas previamente acordadas, donde el interno que pertenecía a la organización criminal dentro de la prisión cortaba el sedal y se hacía con los efectos transportados. La operación se repetía varias veces en la misma noche.
En el interior del centro penitenciario, la organización disponía de otros reclusos especializados en la ocultación y distribución final de la mercancía. A uno de ellos, en el caso de la de Córdoba, se le considera el encargado de coordinar con el líder del grupo itinerante la operativa de vuelo. Para ello, establecía la hora óptima para la recepción de la mercancía y guiaba al dron hasta el punto de entrega mediante señales lumínicas y sistemas de geolocalización.
La investigación del Equipo Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil se inició en el centro penitenciario de Córdoba tras localizar un dron, que, tras un problema técnico, terminó cayendo al suelo.
En la fase final de la operación se procedió a la detención del líder del grupo itinerante y al registro de su vivienda habitual, donde encontraron material electrónico e informático, y aparatos para la inhibición y detección de señales. Han sido intervenidos cinco drones, teléfonos móviles y varias dosis de hachís en forma de tabletas. En el centro penitenciario de Córdoba se han localizado cuatro teléfonos móviles, una baliza de señales lumínicas y medio kilo de hachís.