Los abogados siguen sin cobrar el turno de oficio. Ahora se les comunica que este mes tampoco recibirán los atrasos que llevan soportando desde octubre.
Garantizar la asistencia letrada para quien no puede pagarla es un derecho que los políticos se están cargando poco a poco, despacito como dice la canción, pero con desprecio absoluto.
Los compromisos alcanzados no los cumplen, pisotean derechos y menosprecian con falsas promesas a trabajadores asestando un golpe certero al adecuado funcionamiento del sistema.
Un Gobierno debe poner en práctica lo que ‘vende’ como defensa del trabajador. Si no lo hace se convierte en un mero hipócrita de medio pelo que se dedica a prometer en falso para generar titulares. Eso y el vacío es lo mismo.
Dejando a un lado el debate sobre la necesidad de actualizar pagos que a estas alturas resultan irrisorios, el grave problema que rodea al turno de oficio es que parece haberse entrado en un bucle de auténticos despropósitos, permitiendo que se normalice el retraso como norma, que se tarde seis meses en cobrar y que además no se ofrezcan excusas cuanto menos creíbles.
Porque si fastidioso es no cobrar, más aún lo es que te insulten a la cara, que es lo que se está haciendo con este gremio.
La situación es tan rocambolesca que puede dar pie a una situación extrema de la que resultaremos perjudicados todos porque, de una u otra forma, nos podemos ver en la necesidad de necesitar este servicio. ¿Estarían dispuestos presidente y ministros a no cobrar por sus labores? La misma respuesta que pueden ofrecer es la que deben aplicar para todos los demás ciudadanos que no son ni más ni menos que quienes nos gobiernan.